viernes, 29 de agosto de 2008

Asesinos y asesinatos: Psicópatas - Asesinos en Serie

Psicópatas y Asesino en Serie, se ha escrito mucho sobre los motivos que llevan a un individuo a cometer un crimen, hay bastantes, dinero, pasiones, supervivencia etc. Estos crímenes tienen sus "motivos", pero, ¿y los que sólo se cometen por el simple placer de matar?.

Los asesinos en serie son artistas del terror, cuyo lienzo en blanco lo cubren sus víctimas y el ingenio de sus pinceladas son el último retoque para finalizar una obra maestra aterradora. Puede afirmarse que la mayoría de los asesinos seriales reflejan características psicopáticas en su personalidad. Sin lugar a dudas, no todos los psicópatas asesinan, hay algunos que dirigen empresas, otros, que parecen tipos normales, algunos sólo asesinan cuando sienten que ese es el único remedio de conseguir su ansiado objetivo, ya sea una perversión sexual, el placer enfermizo de dominar a otro ser... Según el estudio realizado por Vicente Garrido en su libro "El psicópata", en España podría haber, ahora mismo, un dos por ciento de la población con la enfermedad y la mayoría lo desconoce. Claro que, ser psicópata no es sinónimo de asesinar, sólo unos pocos llegan a hacerlo. ¿Qué características presentan éstos individuos?. Entre ellas destacan la piromanía, la ausencia de sentimientos, el narcisismo, carecen de sentimiento de culpabilidad y la megalomanía, muchos en su infancia presentan una crueldad enfermiza hacia los animales y las personas que lo rodean.

El psicópata nace o se hace?. Las dos cosas, en algunos casos la genética del individuo influye, en otros, son víctimas de graves abusos emocionales y físicos o han vivido en un ambiente familiar desestructurado, estresante y violento. Personalmente no estoy de acuerdo con los que afirman que se trata exclusivamente de un factor genético, no hay más que leer la biografía de una de estas personas para darse cuenta de que la mayoría recibieron vejaciones y abusos durante su niñez. Términos como trastorno antisocial de la personalidad, psicótico, psicópata, sociópata, esquizofrenia, DSM IV, etc.. O asesino múltiple, asesino en masa, asesino excursionista.

Los medios de comunicación han jugado un papel importante a la hora de descubrir toda una relación de palabras y terminologías que en ocasiones puede llegar a confundirnos si lo que se quiere es tener una idea clara y objetiva de lo que estamos hablando. Aspectos tan importantes como la clasificación de la escena del crimen, del tipo de crimen, o de la forma de actuar del asesino, e incluso el tipo de víctima y su entorno, son importantes a la hora de realizar una investigación con una base sólida. Es entonces cuando empezamos a manejar unos términos característicos de la tipología que nos ocupa, porque la forma de abordarlos es también diferente. En los puntos sucesivos se irán aclarando muchos de éstos términos y conceptos que sin duda alguna ayudarán a una mejor comprensión de las motivaciones y acciones de los llamados asesinos en serie, hay varios tipos de asesinos:
ASESINO EN MASA, esta tipología se adopta en cuanto al número de víctimas, cuatro o más, y su ubicación en un mismo lugar o escena del crimen. Generalmente sus víctimas son de un entorno conocido y puede que tengan o no relación directa con él, también es reseñable que achaque a sus víctimas sus problemas y actúe a modo de venganza o como medio de resolución de éstos. El asesino en masa piensa que está en posesión de la verdad, sufre lo que se denomina un delirio y podrá tener su comienzo en una psicosis, lo que es lo mismo, la pérdida total del contacto con la realidad ya sea a través de una causa endógena (esquizofrenia), o a una causa exógena (drogas u otro tipo de sustancias).
Ejemplos de ésta tipología los vemos cada cierto tiempo en la sociedad americana por los medios de comunicación, en los cuales observamos casos como el de jóvenes que irrumpen en su instituto causando varias víctimas para luego suicidarse, o en los casos en que las víctimas se producen en el entorno de una secta destructiva, causando el líder a través de su influencia la muerte de sus adeptos. Más cerca de nosotros recordamos el caso del crimen de Puerto Urraco en el que dos hermanos causan la muerte de numerosos vecinos de su pueblo. En resumen, se trata de una acción límite trazada por el individuo como única salida.
ASESINO MULTIPLE, si antes hemos hablado del asesino en masa como autor de cuatro o más víctimas en un mismo lugar, al hablar de asesinato múltiple nos referimos a la comisión de dos o más víctimas en distintos lugares, y es en éste apartado donde podemos ubicar al denominado asesino en serie y al asesino excursionista.
ASESINO EXCURSIONISTA esta tipología es la que menos nos encontraremos con toda seguridad. Hablamos en éste apartado de crímenes cometidos en lugares diferentes y en un periodo de tiempo muy breve. El asesino no tiene tiempo para serenarse entre la comisión de un hecho y el siguiente. Se puede decir que todos los crímenes son resultado de un único suceso de inicio, y que puede durar el tiempo en función de los fines del criminal. En cuanto a la personalidad del autor, podemos afirmar con seguridad, que estaríamos ante una forma de esquizofrenia, más cerca de la tipología del asesino en masa que del serial, el cual veremos a continuación.
EL ASESINO EN SERIE, en principio, para determinar ésta tipología, definiríamos al asesino en serie como aquél que comete tres o más acciones homicidas en periodos de tiempo que van de unos días a semanas, meses e incluso años. La cadena de asesinatos es producto de una urgencia ineludible. Generalmente tienen un patrón o pauta determinada, la cual irán perfeccionado, ya sea en función del lugar, del tipo de víctima o acciones que realiza con ella.
Una distinción importante entre los asesinos seriales es la provocada por su personalidad, estamos hablando del psicótico y del psicópata, características que desarrollaremos más adelante, lo cual tiene una gran importancia a la hora de la investigación ya que su forma de actuar es diferente. El serial con personalidad es el más peligroso y difícil de detectar.
Datos de interés
• En el mundo, 75% de los asesinos se encuentra en Estados Unidos y el estado de California posee la mayor tasa de asesinatos seriales en la historia, seguido de Texas, Nueva York, Illinois y Florida.
• En Europa, los países más poderosos son los que poseen un mayor índice de asesinos seriales: Inglaterra, Francia y Alemania. Sólo estos tres países poseen 68% de asesinatos en serie en el continente.
• 90% de los asesinos en serie son hombres.
• 65% de las víctimas son mujeres.
• 89% de los asesinatos son a personas de origen blanco.
• 86% de los asesinos seriales son heterosexuales.
• 44% de los victimarios inicia sus asesinatos entre los 20 y 30 años de edad. 26% se inicia en la adolescencia y 24% a partir de los 30 años.
“Jack el destripador” inició el siglo XX con una de las más retorcidas facetas del ser humano: la mente macabra de un asesino serial que sólo mata por el placer que sus víctimas le otorgan, sin importarle acabar en segundos la vida de una persona. A lo largo de la historia, hombres y mujeres con mentes distorsionadas crearon pánico por años sin que las autoridades los apresaran. Ya en las rejas, la duda aún se cierne sobre quienes investigan estos casos: ¿por qué asesinar les proporciona placer? Aún nadie logra responderla.

jueves, 28 de agosto de 2008

Charlotte Bryant

Esta es la historia de una asesina, y es que los maridos no deseados, a menudo han sido eliminados por esposas asesinas, relatamos la fatídica historia de vida de Fred Bryant, un soldado inglés estacionado en Irlanda en el año 1922, durante el periodo conocido "los apuros", la guerra de guerrillas.

Fred Bryant de 26 años de edad, Parecía un buen partido para la joven Charlotte de 19 años. Después de todo, Fred era un oficial de la policía militar en el regimiento de Dorset y con una vida por delante. Charlotte era una muchacha agradable de cabello negro y una mirada realmente seductora que enamoraba a los soldados británicos quienes la apodaron "Darkie".

Fred hizo sus servicios durante la 1ª Guerra Mundial y cuando finalizó su deber, locamente enamorado de los encantos de Charlotte, volvió a su casa de Somerset (Inglaterra) con ella. Poco después se casaron. Fred consiguió un trabajo como granjero y se instaló en una granja de vacas en Over Compton, a unos 4 km. de Yeovil. Con el trabajo le dieron un pequeño chalet. Las cosas no funcionaron, Charlotte estaba totalmente desilusionada con ser la esposa de un granjero de bajo salario. Ella deseaba tener la acción que había sido tan prominente en Londonderry, con cientos de soldados, como en la película de "soldado y caballero". Charlotte caía en brazos de los muchachos locales cuando se le presentaba la oportunidad. De vez en cuando, su vida terrenal sexual se interrumpía para dar a luz a un bebé. Durante su turbulento matrimonio, Charlotte y Fred tuvieron cinco hijos de los que era discutible la identidad de la paternidad.
Charlotte aceptaba dinero de los agradecidos muchachos quienes apreciaban sus muchos encantos. No vayamos a endulzar la realidad. Charlotte se convirtió en una prostituta a tiempo parcial. También se aficionó al diabólico ron con pasión. La irlandesa de pómulos rosados se deterioró. Para empeorar las cosas, Fred, como Rhett Butler antes que él, simplemente no le importaba un rábano. Así era como Fred lo veía, "No me importa lo que ella haga. Cuatro libras por semana son mejores que 30 garbanzos."
En diciembre de 1933, Charlotte conoció a un gitano llamado Leonard Parsons. Tenía una buena apariencia de tipo duro y otros atributos que eran menos obvios para los observadores normales. El encuentro casual cambiaría la vida de Charlotte. A Charlotte no le importaba nada que Leonard estuviera casado con una mujer llamada Priscilla Loveridge, ni que había cuatro pequeños en casa. Ella invitó a Leonard para la cena de Navidad.
Durante la cena, Leonard que era vendedor, se quejó de que estaba separándose de su mujer y necesitaba un lugar adecuado donde vivir, el tonto de Fred inmediatamente le invitó a trasladarse a su casa. La oferta fue aceptada agradecidamente. Inicialmente, Fred y Len se llevaban fabulosamente, y ¿por qué no? Por casi nada, le dieron a Leonard casa y comida. Por nada, en absoluto, también le dio a Charlotte.
En 1934, Fred perdió su trabajo y el chalet, pero consiguió un empleo en la granja de Coombe, un pueblo a las afuera de Sherbourne. El amante de su esposa también se trasladó con la familia. Pero ya bastaba. El lugar estaba llenísimo. Después de varios meses Fred insistió en que Leonard tenía que marcharse, lo que precipitó una verdadera discusión y Leonard se marchó. Entonces Charlotte recogió sus cosas y se marchó con dos de los niños. Tres días más tarde, regresó a los brazos comprensivos de Fred.
La paz no duró mucho, Leonard le envió a Charlotte un telegrama pidiéndole una reunión. Charlotte le enseñó el telegrama a Fred y los dos decidieron encontrarse con Leonar en el pueblo de Babylon Hill. Una turbulenta pelea casi terminó en tragedia, pero este desarrollo violento se evitó cuando los tres elementos del triángulo amoroso estuvieron de acuerdo en regresar al chalet de Fred para vivir juntos. Allí, Charlotte compartió su cama con Leonard mientras su marido se quedaba en el sofá. Para complicar más la situación, Charlotte se quedó embarazada.
A los 39 años Fred enfermó tras comerse el bocadillo que Charlotte le preparó. Con fuertes dolores estomacales y ayudado de un vecino que le indujo a vomitar, mejoró. El médico le diagnosticó gastroenteritis. Tres meses más tarde tuvo otro ataque similar y una vez más, Fred mejoró rápidamente y volvió a sus obligaciones en la granja. En noviembre de 1935, Len Parsons abandonó el chalet de Bryan para siempre. El 11 de diciembre, Fred cayó enfermo. Charlotte preguntó por su seguro, pero le informaron que su esposo estaba demasiado enfermo como para ser cubierto. Charlotte, ahora atrapada con un esposo enfermo y abandonada por su amante, encontró un nueva amiga, una viuda cuarentona, Lucy Malvina Ostler. Lucy se fue a vivir al chalet para acompañar a Charlotte y ayudarla. Justo antes de las navidades, Fred empeoró peligrosamente. Vomitó hasta que finalmente, a las 9:00 a.m., fue trasladado al Hospital Yeatman en Sherbourne. Fred falleció esa misma tarde. Una autopsia indicó que su muerte fue debida a envenenamiento con arsénico, se encontraron 4,09 gramos en su cuerpo así como en sus uñas, el veneno se le había administrado durante un largo periodo de tiempo, habia sido un asesinato totalmente premeditado y con gran sangre fria.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Psicokiller Ricky Kasso

El psicokiller RICKY KASSO era un joven de 17 años de edad. Lo apodaban el Rey del Ácido por su afición a las drogas alucinógenas.En 1984, la policía recibe una llamada declarando que se había encontrado un cuerpo semienterrado en un hoyo en el bosque de Aztakea.Un grupo de agentes se dirigieron al lugar y se encontró el cuerpo de Gary Lauwers.

Por el elevado grado de descomposición del cadáver se estimó que debía llevar allí más de dos semanas. El hombre había sido apuñalado treinta y dos veces, de las cuales unas veintidós en la cara. Debido al mal estado del cuerpo, los agentes no podían asegurar el número exacto de heridas, pudiendo haber sido un total de cortes mayor al precisado.

La policía enfocó su investigación sobre dos jóvenes bastante conocidos en el mundillo policial por ser habituales consumidores de drogas y cometer actos de vandalismo propios de adolescentes. Se trataba de Ricky Kasso y su amigo James Troiano. Los dos habían dejado la escuela secundaria, y ahora se dedicaban a vagar por las calles.
Eran dos personajes curiosos, Troiano tenía el record de arrestos por robo, mientras que Kasso lo tenía por reunir los cargos más extraños. Su arresto más reciente había sido por haber profanado una tumba del siglo 19, en dónde robó un cráneo y una mano. Según sus declaraciones, los pensaba utilizar en un rito satánico.
Poco después fueron puestos bajo custodia, y en un interrogatorio casi de rutina ambos confesaron a los agentes haber cometido aquel asesinato. Decían que se habían unido a un grupo satánico local conocido como el "Los Caballeros del Círculo Negro" que tenía alrededor de veinte miembros y era conocido por sus sacrificios animales a su dios Satán.
En un principio se asoció el crimen como parte de un rito satánico, en el cual habrían extraido los ojos de la víctima. Kasso declaró que estaba en el bosque con Lauwers y dos amigos, Quiñones y Troiano.
Dice que comenzó a sentirse extremamente agresivo, entonces comenzó a golpear a Lauwers hasta perder el control. Luego reconoce haber sacado un cuchillo del bolsillo y haberlo apuñalado gritando una y otra vez "Di que amas a Satanás". Como el agredido no contestaba más que "No, yo solo amo a mi madre", siguió ensañándose con él preso de la rabia hasta que lo mató.
Cuando vio lo que había hecho confiesa haber sentido miedo, pero en ese preciso momento dice haber escuchado el graznido de un cuervo que, en su mente, identificó como una señal de Satanás diciéndole que el crimen había sido en su honor y un hecho positivo para él.
Por otro lado, cuando James Troiano fue interpelado en el juicio por asesinato en segundo grado declaró que ni el grupo de satanistas "Los Caballeros del Círculo Negro" ni el satanismo en general habían tenido que ver con el crimen. Él afirma haber sido tan sólo un testigo del asesinato junto con Alberto Quiñones. Y si bien el satanismo no había estado mezclado con el asesinato, admitió saber que Kasso seguía un estilo de heavy metal muy duro relacionado con el satanismo, pero que las drogas habían sido el factor principal del crimen.
El acto que motivó el ensañamiento con la víctima había sido que Lauwers habría robado diez papelinas de droga a Kasso. Cuando el joven se enteró, el 16 de junio, decidió darle una lección a Lauwers. Los jóvenes testigos aseguran que el percance de los ojos ha sido un hecho accidental, pues Kasso se los habría extraido durante el forcejeo que mantuvieron ambos con el cuchillo. Finalmente dicen haber recubierto el cadáver con hojas y haberlo abandonado en el bosque.
En el juicio, Troiano mantuvo que él sólo había sido un testigo, y que no había participado en el asesinato. El jurado no lo declaró culpable. Para enredar más todas estas declaraciones contradictorias, el 7 de julio de 1984 a la una de la mañana, Richard Kasso se suicida colgándose en su celda de la prisión de Riverhead, en Nueva York. Lo que verdaderamente pasó esa tarde en el bosque de Aztakea sigue siendo un misterio.

martes, 26 de agosto de 2008

Joachim Kroll - El Canibal de Ruhr

Joachim Kroll, conocido como el Caníbal de Ruhr, nació en Hindenburg, Alemania, el 17 de abril de 1933. Fue el ultimo de ocho hijos de un minero de carbón y solamente fue a la escuela durante tres años, nunca aprendió a leer o escribir. Joachim siempre fue un niño débil, siendo ya un jovencito aun mojaba la cama. Posteriormente los psiquiatras descubrieron que su IQ apenas alcanzaba 76 puntos.
A los 11 años se muda con sus padres al Oeste de Alemania en donde su padre es tomado prisionero por los rusos tras la Segunda Guerra Mundial, Joachim jamás volvería a verlo. Su madre falleció algunos años después, en enero de 1955. El 8 de febrero de 1955, a la edad de 22 años, Joachim acechó a Irmgard Strehl, de 19 años, cuando ésta iba por una carretera rural cerca de la ciudad de Walstedde.

Irmgard fue asesinada por estrangulación y luego violada, un destino que correrían todas las mujeres que fueron víctimas de Joachim. Su cadáver fue encontrado a varios metros de la carretera. En algún momento durante 1956, Kroll asesina y viola a Erika Schuleter, no fue juzgado por este crimen debido a la falta de evidencia. En 1957 se muda a Duisburg, una gran ciudad industrial que sería su coto de caza durante los próximos 20 años.

Durante tres años, los extraños impulsos que llevaban a Joachim a matar y a violar permanecieron más o menos latentes, sin embargo existen antecedentes como el de Erika, una joven sin hogar que es levantada por Kroll en una taberna de Duisburg el 23 de marzo de 1959, la golpea e intenta estrangularla, cuando ella vuelve en si el agresor ha desaparecido.
Luego, en rápida sucesión, volvió a las andadas, dos veces en un mes. Las víctimas fueron Klara Frieda Tesmer, de 24 años el 16 de junio de 1959 , y Manuela Knoot, de 16 el 26 de julio de 1959, ambas fueron asesinada y violadas. Fue al matar a Manuela cuando a Joachim le empezó a gustar la carne humana. Cuando se encontró su cadáver en un bosque cercano, la policía se quedó horrorizada al ver los grandes trozos de carne que le habían arrancado de los muslos y nalgas. Años después, Joachim reveló que había envuelto la carne en un papel y luego se la había comido en la cena.

Seis meses después del asesinato, Horst Otto de 24 años confesó haber matado a Manuela, fue arrestado y enjuiciado a pesar de que después se retractó de la confesión. Cumplió una condena de 5 años y fue puesto en libertad en abril de 1965. En 1962, Joachim volvió a actuar. Durante un viaje a Burscheid, al sur de Köln, viola y mata a Barbara Bruder de 12 años.

Su cuerpo nunca fue encontrado y Joachim no fue juzgado por este crimen a pesar de haberlo confesado. El lunes de Pascua, abril 23 de 1962 Kroll rapta, viola y asesina a Petra Giese, de 13 años. Su cuerpo es encontrado en un bosque de Dinslaken-Bruckhausen, al norte de Duisburg. La policía descubre que le han sido cortadas ambas nalgas así como el antebrazo y mano izquierdos. Dos meses después, el 4 de junio, mata a Monika Tafel, de 12 años.
También en este caso se encuentra que el cuerpo ha sido mutilado. Ambas chicas habían sido asesinadas por estrangulamiento. Dos hombres inocentes fueron arrestados, declarados culpables y encarcelados por estos asesinatos. Vinzenz Kuehn, un conocido pederasta, pasó seis años en prisión por el asesinato de Petra Giese. Walter Quicker, un exlegionario, fue declarado sospechoso del asesinato de Monika Tafel. Como no había ninguna prueba en su contra, fue liberado. La mujer de este hombre inocente se divorció de él por el incidente y sus vecinos lo hostigaban continuamente. Unos meses después del asesinato, se colgó en el mismo bosque donde se había encontrado el cadáver de Monika Tafel.
Tres años después de estos crímenes, el 22 de agosto de 1965 Joachim volvió a matar. Estaba buscando una víctima femenina en las cercanías de un lago en Grossenbaum-Duisburg cuando se topó con una pareja que había aparcado en un camino vecinal. Hermann Schmitz y su novia, Marion Veen, se estaban besando en el asiento delantero de su automóvil. Joachim se puso delante del vehículo y empezó a mover los brazos como loco. Creyendo que este hombre tenía algún problema, Schmitz salió del automóvil. Joachim le asestó varias puñaladas. Marion, quien entendió lo que estaba pasando rápidamente, se pasó al asiento del conductor y puso el vehículo en marcha. Joachim logró apartarse de un salto en el último momento. Corrió hacia los matorrales y desapareció en medio de la noche. Marion colocó una horquilla debajo de la corneta para que esta no parara de sonar, esperando así llamar la atención. Entre tanto, detuvo el vehículo y corrió al lado de Hermann. No había nada que pudiera hacer. Estaba muerto. Esta fue la única ocasión en que Kroll asesinara a un hombre.
El 13 de septiembre de 1966, Joachim asesinó y violó a Ursula Rohling, de 20 años. Inmediatamente se sospechó de su novio, Adolf Schickel, la última persona vista en su compañía. Aunque fue arrestado, después lo dejaron en libertad. Adolf tuvo que hacer frente a las burlas de sus amigos y vecinos, que estaban totalmente convencidos de su culpabilidad. Cuatro meses después de recuperar su libertad, se llenó los bolsillos con piedras y se ahogó en el Rio Main, cerca de Wiesbaden. El 22 de diciembre de 1966 Kroll rapta de Essen a Ilona Harke de 5 años, la sube a un tren rumbo a Wuppertal y ahí toman un autobús hacia Hueckeswagen. Bajan en una zona boscosa del camino y caminan hasta un lugar conocido como la zanja Feldbach donde la viola y después ahoga.
A este hombre enloquecido no le importaba la edad de sus víctimas. El 12 de julio 1969, durante un paseo al lago Baldeney, Joachim conoce a Maria Hettgen, de 61 años, cuando intenta iniciar una conversación con ella lo rechaza y enfurecido la viola y estrangula.
El 21 de mayo de 1970, Jutta Rahn, de 13 años, regres de la escuela a través del bosque, Kroll la intercepta y la estrangula. Se sospechó de Peter Schay, quien era vecino de Jutta y con quién mantenía un noviazgo. No obstante que no había pruebas en su contra permaneció en prisión durante 15 meses antes de ser liberado.
El 8 de mayo de 1976, Karin Toepfer de 10 años desaparece de camino a escuela, es encontrada violada y asesinada. Kroll no fue juzgado por este crimen por falta de evidencia convincente. E 3 de Julio de 1976, Oscar Muller, de Laar, Alemania Occidental, vecino de Kroll, descubre que las tuberías del piso están obstruidas, al intentar destaparlas descubre lo que parecen ser intestinos. Inmediatamente reporta el hecho a la policía quien se encuentra en el barrio investigando la desaparición de Marion Kettner, una niña de cuatro años, de un parque cercano Un agente acompañó a Oscar, echó un vistazo y llamó a sus superiores.
Un grupo de detectives fue a ver a uno de los vecinos de Oscar, Joachim Kroll, para registrar su piso. En su frigorífico encontraron trozos de carne de la niña desaparecida. En el congelador, descubrieron más trozos de carne humana bien empaquetados y sobre una olla en la estufa encontraron una pequeña mano cociéndose junto con algunas papas y zanahorias. La carrera criminal de 21 años de Joachim Kroll, "El Caníbal de Ruhr" acaba de concluir. Joachim confesó todos los asesinatos que recordaba, pero admitió que había muchos otros de los que no se acordaba. La policía cree que no pasó un solo año en que no se cobrara una víctima, aunque no se acordara de todas ellas.
Mientras contaba con todo lujo de detalles los crímenes de los que se acordaba, Joachim contó con toda tranquilidad como conoció a Gabrielle Puetman en un banco de un parque. Tenía la intención de matarla y violarla pero cuando le enseñó fotos pornográficas, Gabriele saltó y se fue corriendo. Gabriele nunca le habló a sus padres del incidente pero cuando, once años después, fue nombrada en la confesión de Joachim, se dio cuenta de lo afortunada que había sido al lograr escapar de las garras de uno de los caníbales más conocidos de Alemania.
El 4 de octubre de 1979 se inició el juicio en su contra, y tras 151 días, el 8 de abril de 1982 fue declarado culpable de 8 asesinatos y un intento de homicidio. Como en Alemania Occidental no existía la pena capital, la máxima pena a la que pudo ser condenado Joachim Kroll fue a nueve cadenas perpetuas. Murió en la prisión de Rheinbach, cerca de Bonn, el primero de Julio de 1991 a consecuencia de un ataque cardiaco.

lunes, 25 de agosto de 2008

Javed Iqbal - Serial killer

Javed Iqbal el peor asesino en serie musulman, con el segundo puesto en la clasificación mundial de asesinos en serie, lo ocupa el pakistaní con 100 víctimas. Es posible que Javed Iqbal estuviera empeñado en superar a su colega inglés Harold Shipman (215 víctimas), pero afortunadamente le detuvieron en el 2000, tras escribir una carta de confesión a un periódico.

El peor asesino en serie en la historia de Pakistán, juzgado según la Ley del Talión. Javed Iqbal fue detenido en diciembre de 1998 después de que en un acto de exhibicionismo enviase una carta a la Policía en la cual confesaba haber estrangulado a un centenar de jóvenes. Además de mofarse de la incapacidad de las autoridades de atraparlo y ponerlo entre rejas, en ella explicaba cómo había cortado en pedazos los cuerpos de sus víctimas, de las que abusaba sexualmente antes de asesinarlas, y luego depositaba los restos en una tinaja con ácido para hacer desaparecer los cadáveres. Esta carta desencadenó una auténtica caza al asesino, que se prolongó durante un mes y concluyó con la captura de un ingeniero químico de 42 años llamado Javed Iqbal, que se convirtió así en el criminal más buscado en los 53 años de historia independiente de Pakistán, donde son muy raros los casos de asesinatos en serie.
El 30 de diciembre, en otro acto de exhibicionismo típico de este tipo de criminales, Iqbal se había presentado en las oficinas de "The News", un periódico de la ciudad paquistaní de Lahore. En la redacción de dicho periódico declaró que no sentía remordimientos por haber matado a 100 niños, pero que podría haber matado a 500 y que si sólo asesinó a 100 fue porque no quiso ir "más allá". Confesó a los periodistas que había actuado así en protesta por los malos tratos que sufrió de las Fuerzas de Seguridad, y que temía por su vida si se entregaba directamente a la Policía, por ese motivo había acudido al periódico local.
Las primeras investigaciones policiales acerca de este caso de desaparición de menores condujeron pronto a la casa que el ingeniero compartía con sus cómplices. Allí se encontraron unas fotografías de 100 niños muertos y las ropas que muchos de ellos llevaban cuando desaparecieron. Asimismo se hallaron los restos de dos cadáveres en una tinaja azul.
Casi todas las víctimas procedían de familias muy pobres o eran mendigos, y en algunos casos habían pasado meses de la desaparición hasta que las familias presentaron las denuncias. La gran mayoría fueron identificadas por sus familias a las que fueron mostradas las fotografías. El presunto asesino afirmó que las fotografías eran tomadas por sus dos cómplices que, según añadió, eran homosexuales, aunque negó que él lo fuera.
Durante el juicio, el ingeniero negó la versión de los hechos relatada en la carta que había enviado a la policía, y afirmó que había sido detenido por error.
En el trascurso del mismo un total de 105 testigos de la acusación prestaron declaración ante el tribunal, mientras, la defensa no presentó ninguno.
Al final, la sentencia emitida por el juez de acuerdo con la "Sha’aria", (tradicional ley islámica) lo ha hallado culpable y ha solicitado el "ojo por ojo y diente por diente".
La sentencia del tribunal de Lahore es que el asesino deberá ser ejecutado en el parque público más popular de la ciudad de la misma manera que él ejecutó a sus víctimas.
"Morirá estrangulado delante de los padres de los niños a los que ha matado, y su cuerpo será cortado en cien pedazos que serán depositados en ácido, como usted hizo con los niños", han sido las palabras del juez.
Uno de los cómplices de Iqbal, Sajid Ahmad, de 17 años fue también condenado a muerte porque participó en cada uno de los asesinatos. También Mamad Nadeem, de 15 años fue hallado culpable de los crímenes de trece de las víctimas a sido condenado a 182 años de prisión (14 por cada uno de ellos), al igual que Mamad Sabir, de 13 años, a 63 años de cárcel.
Tras oír la sentencia en una sala abarrotada de público, Iqbal juró por su honor que era inocente, luego firmó el fallo y fue conducido a la prisión.
Su abogado defensor, Najeeb Faisal Chuadhry, declaró a la prensa que pensaba apelar a la sentencia y si fuera necesario llevaría el caso ante el Tribunal Supremo. En este caso, la ejecución se podría demorar durante años.
La sentencia fue criticada duramente por grupos de derechos humanos e incluso por el Concilio de Ideología Islámica, pero la corte de Lahore no dio paso atrás.
Como quiera que sea la sentencia jamás llegó a cumplirse. La mañana de 8 de octubre de 2001, apenas cuatro días antes de que la Sha’aria rindiera su veredicto final, las autoridades de la prisión de Kot Lakhpat hicieron pública la muerte de Javed Iqbal y su cómplice Sajid Ahmad, ambos fueron encontrados en sus celdas ahorcados, al parecer, con sus sábanas.
Las autopsias revelaron que ambos habían sido golpeados y algunas declaraciones de guardias y custodios no parecían ser del todo verdad, pero a fin de cuentas las autoridades dictaminaron "suicidio".

viernes, 22 de agosto de 2008

El Psicopata del Alto Hospicio

Julio Peréz Silva, el psicópata de Alto Hospicio. Hace un tiempo, en la localidad nortina de Alto Hospicio, una decena de jovencitas fueron sistemáticamente secuestradas violadas y asesinadas por un tranquilo vecino del que nadie sospechaba absolutamente nada.

Guido Utreras pasaba por la carretera cuando vio a una estudiante tapada en sangre haciendo dedo. Atónito retrocedió a buscarla. Ella le rogó que la llevara al hospital porque un caballero en un auto blanco había intentado violarla. Se trataba, nada menos, que del denominado sicópata de Alto Hospicio. Unas cuántas horas después de este encuentro, aquella niña, conocida hasta ahora sólo como Bárbara N, de 13 años, acabó con la historia criminal de Julio Pérez Silva, el peor asesino en serie de la historia de Chile. Fue el 4 de octubre del año 2001.

Pero, ¿quién es este silencioso desconocido que violó y mató sin dejar huellas, sin despertar sospechas? ¿Qué lo llevó a repetir, al menos nueve veces, un ritual de muerte que durante casi tres años logró esconder en la paupérrima soledad de Alto Hospicio? El hombre menos pensado.
Sus inicios se remontan a Puchuncaví. Guillermina Cisternas, una ex vecina de Pérez Silva en esa localidad, estuvo muy pendiente de las noticias la noche de la captura del sicópata de Alto Hospicio. "Me di cuenta que era él, sin que nadie me lo dijera. Lo conocí por su cuerpo. No se veía su rostro porque lo traía tapado con un poncho. Sabíamos que estaba en Iquique, así que por eso sabíamos que era él".
El "Segua", como le decían en su infancia, pasó la mayor parte de sus 38 años entre las calles de Puchuncaví. María Pérez, directora, en ese entonces, del colegio donde estudió, dice que siempre lo vio como un alumno tranquilo, callado e introvertido. "Teníamos un grupo de la cruzada eucarística, cuyo lema es oración, sacrificio y apostolado, nada que ver con lo que pasó, y él participaba."
Julio Pérez Silva se casó a los 22 años con Mónica Cisternas, oriunda de La Calera, y tuvieron dos hijas. Luego, convivió 5 años con Marianela Vergara, quien ya tenía otras dos hijas. Con ella regresó a Puchuncaví y cosechó fama de buen esposo. A mediados de los noventa emigró a Iquique buscando mejores oportunidades de trabajo. Comenzó cargando sacos de sal. En una fiesta conoció a Nancy Boero, 14 años mayor que él y con 6 hijos. A las dos semanas ya vivían juntos y luego se establecieron en Alto Hospicio, en un sector conocido como La Negra. Más tarde se cambiarían a Autoconstrucción, otro sector de la localidad. Al poco tiempo, abandonó los sacos de sal y empezó a operar como taxista pirata ocasional. El tímido "Segua" de Puchuncaví era otro al volante.
Su lado oscuro, el 17 de septiembre de 1998, recogió en la costanera de Iquique a Graciela Montserrat Saravia, de 17 años. Según su confesión, le ofreció dinero a cambio de sexo. Todo iba bien hasta que ella habría intentado robarle. Enfurecido, la golpeó hasta matarla y la abandonó en una playa.
Lavado y peinado, como lo haría siempre después de cada ataque, Julio Pérez siguió dedicándose a su casa y a sus vecinos como un hombre modelo.
El 24 de noviembre de 1999 le ofreció a Macarena Sánchez, de 13 años, acercarla en su auto hasta el liceo. Luego de amenazarla con un cuchillo y violarla, le amarró las manos arrojándola al interior del Pique Huantajaya.
Como siempre, aquel día, Pérez Silva estaba de regreso en su casa temprano, borrando huellas de su cuerpo, del auto y de su ropa. Nada extraño en un hombre casi obsesivo por el lavado.
En el verano de 2000 algo detonó en el interior de este hombre. En febrero atacó dos veces en menos de una semana. Primero fue a Sara Gómez. Tres días después, a Angélica Lay, una promotora de teléfonos celulares de 23 años.
Una y otra vez, Julio Pérez Silva repitió la misma rutina. Más de una vez cambió su peinado, agregó o eliminó su barba o se tiñó unas cuántas canas. Viendo televisión junto a Nancy se topó a menudo con algún noticiario donde la desaparición de las niñas de Alto Hospicio ya comenzaba a estar en los titulares.
El jueves 23 de marzo del año 2000, un mes después del cuarto asesinato, la hija de Delia Henríquez no regresó a casa. Se llamaba Laura Zola y tenía 14 años. Fue la quinta víctima del sicópata de Alto Hospicio. Luego, el 5 de abril, el temido auto blanco que ya había perseguido más de una vez a María Eugenia Rivera se llevó a su hija, Katherine Arce. Pérez Silva la violó y la enterró en un basural clandestino.
Sus últimos golpes, la mejor aliada de "el Segua" fue aquella versión que decía que las jóvenes desaparecidas se habían ido por dejar atrás la pobreza de Alto Hospicio. La policía manejaba sus propias teorías y circularon informes oficiales con las más graves acusaciones.
Pistas falsas, versiones equivocadas y hasta misteriosas llamadas de auxilio encaminaron la búsqueda en la dirección equivocada hacia Perú o Bolivia. El 22 de mayo del 2000, Patricia Palma, de 17 años salió del colegio rumbo a su casa. Fue en ese momento cuando Julio Pérez la raptó para luego matarla.
Diez días más tarde volvió a atacar. Violó y asesinó a Macarena Montecinos en el sector de Pampa El Molle. Y luego, el 2 de julio, interceptó a Viviana Garay a quien también mató de un golpe en la cabeza. Pero esta vez, la desaparición de Viviana generó la más intensa reacción que el sicópata había encontrado en toda su carrera criminal. El padre de la niña, Orlando Garay, movilizó a las demás familias afectadas. Sólo entonces el hecho se convirtió en noticia, por lo que los crímenes se detuvieron.
"El Segua" dejó de atacar durante más de nueve meses, pero el 17 de abril de 2001 ya no pudo contenerse. En el sector de la Autoconstrucción interceptó a una menor de 16 años identificada como Maritza. La amenazó con un cuchillo y la violó. Mientras él escapaba, Maritza regresó a su casa. La llevaron al hospital, donde le extrajeron muestras de semen del agresor, que nunca pudo ver en la oscuridad.
Meses más tarde, cuando lo detuvieron, ella reconoció su voz. Compararon las muestras de ADN y resultaron idénticas. El 3 de octubre de 2001, Julio Pérez Silva cometió el último de sus ataques. Fue el día en que Bárbara N sobrevivió, el día en que Alto Hospicio supo que había un asesino entre ellos.
Fue detenido horas después y sin inmutarse, admitió asesinatos y violaciones. Confesó haber actuado solo y nunca alegó demencia. Poco a poco, Pérez Silva aportó los datos necesarios para localizar los cadáveres de sus víctimas. El rastreo de estos no estuvo excento de sorpresas. El cuerpo de Angélica Lay fue un hallazgo inesperado pues su nombre no figuraba entre las mujeres oficialmente perdidas.
Hasta ahora (2002), han surgido nombres de otras cinco jóvenes y mujeres adultas desaparecidas en la zona de Alto Hospicio entre abril de 1999 y agosto del 2001. Sin embargo, "el Segua" asegura no saber nada de ellas.
¿Por qué lo hizo? Ésa es la pregunta que atormenta a todas las familias que perdieron a una hija en manos de aquel hombre que escondía en su mente a un monstruo. Es también una pregunta que se repiten jueces y abogados, tratando de armar el enigmático rompecabezas que Julio Pérez Silva se rehusa a componer en su totalidad. Su respuesta ante el juez ha sido siempre "No sé por qué lo hice".

jueves, 21 de agosto de 2008

Belle Gunnes - La viuda negra

BELLE GUNNES la famosa asesina y criminal más conocida como LA VIUDA NEGRA. Nacida en Noruega, donde vivió hasta el año de 1883, se mudó a la ciudad de Chicago en Estados Unidos. Se casó, su esposo Máx Sorensen, falleció al poco tiempo del matrimonio; éste le dejó el seguro de vida y el dinero de la granja donde residían.

Esta mujer estaba rodea por la desgracia, al poco tiempo de fallecer el esposo, fallecen dos de sus hijos, luego decide mudarse a Indiana. Al poco tiempo invierte en una pastelería, pero ésta se incendia, al igual que otros negocios en los cuales había invertido. Al ver que cobrando los seguros de los negocios no le daba lo suficiente dinero contrajo nuevamente nupcias en Indiana con Peter Gunness.

La desgracia llega nuevamente, cuando su esposo Peter muere cuando “accidentalmente” se resbala propinándose un golpe mortal en la cabeza. Nuevamente Belle cobró el seguro de vida de este. Al ver que el matrimonio le daba dinero fácil, decidió poner un anuncio en el periódico, donde se hacía llamar “Viuda, rica, atractiva, joven y dueña de una granja busca esposo”.
A este anuncio respondieron aproximadamente 14 hombres en los cuales la mayoría eran dueños de fortunas.
Al poco tiempo contrata un hombre para que ayudara en las obligaciones de la granja, llamado Roy Lamphere, al cual a la vez era su amante.
En el año de 1908 el 28 de abril, la granja se incendia, se cree que fue provocado por el hombre que ella había contratado, pues lo vieron escapar de la propiedad en le momento del incendio con un recipiente de kerosén.
Al llegar la policía encuentra entre los restos de la casa una cantidad de cuerpos, entre los cuales se encontraban los de los hombres que habían respondido al anuncio, los hijos de Belle, pero no encontraron el de ella, pues era una mujer alta y de cuerpo recio y pesado.
Transcurrió el tiempo y arrestaron a Roy, se le acusó de causar un incendio dándole una condena de 21 años. Este declaro que había sido al único hombre al que había amado Belle, pues no tenía seguro de vida, de lo contrario estaría muerto. También confesó cómo él mismo ayudó a Belle a cometer atrocidades y esconder los cuerpos.
Encontraron cuerpos desmembrados, asesinados con fuertes golpes en la cabeza, y al examinar los estómagos de algunos se encontraron residuos de arsénico, los envenenaba.
Se le buscó por todos lados pero Belle Gunness no aparecía. No es hasta 1932, cuando en Indiana se le acusa a Esther Carlson de asesinar a su esposo de intoxicación. De la misma manera que había muerto el primer esposo de Belle, encontrando en el estómago de estos la sustancia tóxica, al igual que los cuerpos encontrados en la granja.
Lograron arrestarla y se le acusó de más de 20 asesinatos en los cuales figuraban los de sus hijos, esposos y pretendientes.
Se le condenó a cadena perpetua. Sin duda alguna esta mujer con apariencia apacible se ganó la reputación de de ser la asesina más peligrosa en la historia de Estados Unidos.

miércoles, 20 de agosto de 2008

La Condesa Sangrienta

Erzsébet Bathory, La condesa sangrienta se cuenta y se relata que ha sido artifice de la tortura y asesinato de más de 600 muchachas por la Condesa Bathory, llamada asi en aquella epoca. La condesa Bathory nació en 1650 en Transilvania, en una de las familias muy rica e influyente. El caso de este personaje resulta verdaderamente interesante para la historia del crimen en serie, partiendo en un principio del hecho que sea una de las pocas mujeres que haya asesinado de una manera tan cruel... a cerca de 650 niñas.

Además de una perversión sádica y sexual, la Condesa Elizabeth Báthory sentía especial atracción por la sangre, y no sólo se contentaba de beberla, como es habitual en los llamados asesinos vampíricos, sino que se bañaba en ella con el fin de impedir que su piel envejeciese al paso de los años. Nace en 1560 en el seno de una de las más ricas familias húngaras.

Si bien pertenecía a la más ilustre y distinguida aristocracia, siendo su primo Primer Ministro de Hungría, y su tío Rey de Polonia, también existen antecedentes esotéricos entre los miembros de su familia, como pueden ser un tío adorador de Satán y otros familiares adeptos a la magia negra o la alquimia, entre los que se puede contar a la propia Báthory, ya que desde su infancia había sido influida por las enseñanzas de una nodriza que se dedicaba a las prácticas brujeriles.
Cuando sólo contaba con 15 años se casa con un noble, el conde Nadasdy, gran guerrero conocido como "El Héroe Negro", y se van a vivir en un solitario castillo en los Cárpatos.
El conde no tarda en ser reclamado en una batalla, por lo que se ve obligado a dejar sola a Elizabeth por un tiempo.
Al cabo de muchos momentos en espera de su marido, ésta se aburre por el continuo aislamiento al que estaba sometida, y se fuga para mantener una relación con un joven noble al que las gentes del lugar denominaban "el vampiro" por su extraño aspecto. En breve regresa de nuevo al castillo y empieza a mantener relaciones lésbicas con dos de sus doncellas.
Desde ese momento, y para distraerse de las largas ausencias de su marido, comienza a interesarse sobremanera por el esoterismo, rodeándose de una siniestra corte de brujos, hechiceros y alquimistas.
A medida que pasaban los años, la belleza que la caracterizaba se iba degradando, y preocupada por su aspecto físico pide consejo a la vieja nodriza. Ésta, le indica que el poder de la sangre y los sacrificios humanos daban muy buenos resultados en los hechizos de magia negra, y le aconseja que si se bañaba con sangre de doncella, podría conservar su belleza indefinidamente...
En esa época, la Condesa tubo su primer hijo, al que siguieron tres más, y si bien su papel maternal le absorbía la mayor parte del tiempo, en el fondo de su mente seguían resonando las palabras tentadoras de la nodriza: "belleza eterna". Al principio intentó alejarlas de sí, posiblemente no por falta de deseo o valor, sino por temor a las consecuencias de cara a la aristocracia, pero años más tarde cuando su marido fallece no tarda en probar los placeres sugeridos por la bruja.
Al poco tiempo moriría su primera víctima: una joven sirvienta estaba peinando a la Condesa, cuando accidentalmente le dio un tirón. Ésta, en un ataque de ira le propinó tal bofetada que la sangre de la doncella salpicó su mano. Al mirar la mano manchada de sangre, creyó ver que parecía más suave y blanca que el resto de la piel, llegando a la conclusión que su vieja nodriza estaba en lo cierto y que la sangre rejuvenecía los tejidos. Con la certeza de que podría recuperar la belleza de su juventud y conservarla a pesar de sus casi cuarenta años, mandó que cortasen las venas de la aterrorizada sirvienta y que metiesen su sangre en una bañera para que pudiera bañarse en ella.
A partir de ese momento, los baños de sangre serían su gran obsesión, hasta el punto de recorrer los Cárpatos en carruaje acompañada por sus doncellas en busca de jóvenes hembras a quienes engañaban prometiéndoles un empleo como sirvientas en el castillo. Si la mentira no resultaba, se procedía al secuestro drogándolas o azotándolas hasta que eran sometidas a la fuerza. Una vez en el castillo, las víctimas eran encadenadas y acuchilladas en los fríos sótanos bien por un verdugo, un sirviente o por la propia Condesa, mientras las víctimas se desangraban y llenaban su bañera.
Una vez dentro de la pila, hacía que derramasen la sangre por todo su cuerpo, y al cabo de unos minutos, para que el tacto áspero de las toallas no frenase el poder de rejuvenecimiento de la sangre, ordenaba que un grupo de sirvientas elegidas por ella misma lamiesen su piel. Si estas mostraban repugnancia o recelo, las mandaba torturar hasta la muerte. Si por el contrario reaccionaban de forma favorable, la Condesa las recompensaba.
En algunas ocasiones, las víctimas que le parecían más sanas de mejor aspecto eran encerradas durante años en los sótanos para ir extrayendo pequeñas cantidades de sangre mediante incisiones afín que la dueña del castillo pudiera bebérsela.
Por otro lado, las calaveras y los huesos eran también aprovechados por los hechiceros del castillo, convencidos que sólo un sacrificio humano podía dar buenos resultados para realizar sus experimentos alquímicos.
Durante once años, los campesinos aterrados veían el carruaje negro con el emblema de la Condesa Báthory rastrear el pueblo en busca de jóvenes, que desaparecían misteriosamente dentro del castillo y que nunca volvían a salir.
Los cuerpos sin vida eran sepultados en las inmediaciones del castillo, hasta que finalmente, sea por pereza o descuido, tan sólo los arrojaban al campo para que las alimañas acabasen con ellos.
Algunos aldeanos no las tenían todas consigo por los gritos estremecedores que se oían salir del lugar, y se empezaron a extender rumores por todo el pueblo de que algo raro sucedía en el castillo.
Finalmente estos pueblerinos empiezan a rondar por las inmediaciones, en dónde se encuentran con los restos de más de una docena de cuerpos sin vida. Éstos armaron una revuelta insistiendo que el castillo estaba maldito y era además una residencia de vampiros, quejándose ante el propio soberano.
Atacar a una familia de poder en esa época era algo verdaderamente difícil, y sobre todo si como en este caso, el acusado además de ser una persona distinguida entre la nobleza tenía amigos igual de poderosos por todas partes. Por ese motivo, el emperador comienza por no prestar atención a las quejas de su pueblo, pero finalmente envía una tropa de soldados que irrumpen en el castillo en 1610.
Al entrar, los soldados encuentran en el gran salón del castillo un cuerpo pálido y desangrado de mujer en el suelo, otro aún con vida pero terriblemente torturada, que había sido pinchada con un objeto para extraerle la sangre, y una última ya muerta tras ser salvajemente azotada, desangrada y parcialmente quemada. En los alrededores del castillo, desentierran además otros cincuenta cadáveres.
En los calabozos, se encuentran a gran cantidad de niñas, jóvenes y mujeres aún en vida a pesar que algunos de ellos tenían señales de haber sido sangrados en numerosas ocasiones. Una vez éstos liberados, sorprenden a la Condesa y a algunos de sus brujos en una de las habitaciones del castillo en medio de uno de estos sangrientos rituales. Rápidamente son detenidos y conducidos a la prisión más cercana.
Los crímenes sádicos de Báthory habían durado aproximadamente diez años.
En el juicio, sobraban pruebas para condenar a Elizabeth Báthory culpable de los múltiples crímenes cometidos, pues no sólo se habían encontrado ochenta cadáveres sino que los guardias estaban de testigos para declarar que la habían visto matar con sus propios ojos.
Ésta confesaría haber asesinado junto con sus hechiceros y verdugos, a más de 600 jóvenes y haberse bañado en "ese fluido cálido y viscoso afín de conservar su hermosura y lozanía".
Le seducía el olor de la muerte, la tortura y las orgías lesbianas. Decía que todo lo mencionado poseía un "siniestro perfume". Sus cómplices fueron condenados culpables, unos decapitados y otros quemados en la hoguera.
Báthory, aún contando con el privilegio de pertenecer a la nobleza y ser amiga personal del rey Húngaro, fue condenada por éste mismo a una muerta lenta: la emparedaron en el dormitorio de su castillo, dejándole una pequeña ranura por la cual le daban algunos desperdicios como comida y un poco de agua. Murió a los cuatro años de permanecer en esa tumba, sin intentar comunicarse con nadie ni pronunciar la mínima palabra. Fue una especie de suicidio, de repente dejó de tocar alimento alguno y fallece en 1614 cuando contaba con 54 años.
Resulta curioso señalar un paralelismo entre esta mujer y otro vampiro histórico muy conocido: Gilles de Rais, pues aunque éste cometió sus crímenes dos siglos antes, procedían de manera muy similar: ambos pertenecían a la alta nobleza. Él era homosexual y ella lesbiana (de ahí que sus víctimas fuesen principalmente mujeres), y lo más sorprendente e inquietante es que tanto los sirvientes de uno como de otro participaban en los macabros baños de sangre.

martes, 19 de agosto de 2008

John Bowden y amigos

John Bowden, Shirley Brindle, Michael Ward y David Begley, los ladrones asesinos borrachos. Los agentes de policía acudieron a una casa de la calle Harris en respuesta a una llamada telefónica de un vecino. Los agentes no estaban preparados para el espectáculo que les acogió cuando entraron en el piso: los suelos, las paredes y el mobiliario de la mayoría de las habitaciones estaban cubiertos de sangre; pero lo que más les revolvió el estómago fue ver a 4 personas acostadas en el centro de aquella carnicería, John Bowden durmiendo tan plácidamente como en un hotel de cinco estrellas, con los restos de una comida china para llevar, y compartiendo el espacio con charcos de sangre coagulada. Los 3 hombres y una mujer fueron arrestados inmediatamente y los agentes tuvieron que enfrentarse al enigma de cual podía ser la fuente de toda aquella sangre.
La respuesta no tardó en llegar. Después del amanecer se descubrió el primero de varios fragmentos de un cuerpo masculino desmembrado, metido en una bolsa de basura tirada en un solar de Camberwell; hallazgo que fue seguido por el de otra bolsa con más despojos horrendos, entre los que estaban una mano derecha y dos piernas.
El examen del torso reveló numerosos tatuajes entre los que estaban la palabra "Satán", junto con las letras "OZ" o "OS" y una cruz dentro de un circulo. En los nudillos de una mano tenía la palabra "LOVE", lo que hacía suponer que en la otra se encontraría la palabra "HATE".
Al día siguiente se encontró otra bolsa con la cabeza de la víctima en la calle Harris. Se le identifico como Donald Ryan, de 47 años.
Los cuatro detenidos, John Bowden, Shirley Brindle, Michael Ward y David Begley, fueron acusados del asesinato de Ryan a la espera de juicio. Éste dio comienzo el 19 de Noviembre de 1981. El fiscal contó a la sala cómo Ryan había sido llevado a la casa con el fin de robarle. Los cinco se sentaron a la mesa donde ingirieron grandes cantidades de sidra y en un momento dado golpearon a Ryan en la cabeza con una botella vacía. Tras registrar sus bolsillos y sacarle el poco dinero que llevaba lo sumergieron semiinconsciente en agua hirviendo. Posteriormente, según se contó en el juicio, el cuerpo de Donald Ryan, que seguía vivo, fue cortado en pedazos lentamente con una sierra, un machete y un cuchillo electrico de cocina.
Antes de que esta horrible actividad hubiera terminado, el primo de Michael Ward (16 años) y un amiguito suyo, se presentaron en la casa. Ward les abrió la puerta desnudo hasta la cintura con las manos llenas de sangre y el rostro cubierto de manchas rojas. Los 2 niños asustados por su aspecto y los ruidos y golpes que se escuchaban decidieron marcharse asustados.
Mientras los hombres terminaban de empaquetar los fragmentos de Ryan, la mujer salió de casa para ir a buscar la cena a un restaurante chino. Tras cenar se fueron de copas donde montaron algunos altercados (a un hombre le tuvieron que dar 30 puntos en la cara).
Las fotos tomadas y presentadas en el juicio como pruebas eran de tal crudeza que obligaron a 3 personas del jurado a abandonar la sala antes de que el juicio llegara a su fin. Finalmente fueron considerados culpables de asesinato. Cuando el juez sentenció a cadena perpetua a John Bowden, éste replicó así: "¡Viejo Bastardo! ¡Espero que te mueras de cáncer!".

lunes, 18 de agosto de 2008

Issei Sagawa - El caníbal

Confesiones de un caníbal, Issei Sagawa erá un estudiante japonés inteligente, obsesionado con las mujeres altas de rasgos occidentales. Issei es un japonés de baja estatura, mide 1.50 metros. Tiene manos y pies pequeños, cojea al caminar e incluso su voz es de mujer. Ha mencionado en algunas entrevistas que es el tipo de hombre que la mayoría de mujeres no encontraría atractivo. Conocedor de su falta de atractivo físico y de su extrema timidez, estaba obsesionado con tener a su lado a "la mujer perfecta". Su fantasía se hizo realidad mientras estudiaba literatura inglesa en la Universidad de Wako en Tokio, ahí se relacionó con una mujer que daba clases de idiomas.

Un día de verano se metió a través de la ventana a su apartamento e intentó matarla. Para su deleite, ella estaba dormida y tenía ropa pequeña que cubría algo de su cuerpo. Buscó algo para apuñalarla o golpearla y descubrió un paraguas. Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo, la mujer despertó y al descubrirlo gritó desesperada provocando la huida del intruso.

Issei no olvida esta experiencia, había sido muy fácil estar cerca de una mujer atractiva y si era más cuidadoso con el ataque, podría hacer realidad su fantasía. Empezó a investigar y vigilar a sus potenciales víctimas para planear sus ataques y que no pudieran escapar.

Su fantasía se vuelve a hacer realidad cuando viaja a París y encuentra a la mujer que nunca ha podido sacar de su mente. Su piel blanca, la forma carnosa de sus nalgas y sus bonitos senos le habían provocado pérdida de la razón. Empezó a conquistarla. Issei creía que el amor que sentía por las mujeres que le gustaban lo podía demostrar comiéndoselas.

Mientras estudiaba en el Censier Institute de Paris en 1981, Issei conoce a una mujer alemana, alta, rubia y bonita llamada Renee Hartevelt. Declaró luego que cuando se sentó a su lado en clase, se enamoró inmediatamente y no podía dejar de pensar en la piel blanca de sus brazos. Era la mujer perfecta para lo que tenía en mente, pero esta vez tenía que ser cuidadoso y preparar mejor su plan.
Renee tenía 25 años, hablaba tres idiomas y con futuro prominente, su objetivo era un Ph.D. (doctorado en Filosofía) en literatura francesa. Issei le pidió que le enseñara alemán, el padre de Issei por ser multimillonario podría pagarle cualquier sueldo. Ella aceptó. Le gustó su inteligencia, su conocimiento de pintura y literatura europeas.

Renee salía a menudo con él y con frecuencia lo invitaba a su apartamento a tomar el té. Sus continuas salidas a bailes le dieron a Issei un sentido más real de sus macabras fantasías. Cierto día invitó a Renee a cenar a su apartamento, le pidió que le leyera un poema de un escritor alemán, después de que ella salió, Issei olió y lamió el lugar donde ella se había sentado y juro que se la comería, esto le permitiría poseerla para siempre.
A los pocos días la volvió invitar a cenar, con su equipo de reproducción grabó la lectura de su poema preferido con la voz de Renee; el 11 de julio de 1981 se preparó para hacer realidad su fantasía. Al llegar a París había comprado un rifle calibre 22 para su protección, hizo sentar en el suelo a Renee al estilo japonés para beber el té, en la bebida mezcló un poco de whisky para volverla más accesible, hablaron durante varias horas esperando que el licor en el té hiciera su efecto. Issei declaró su amor a la bella alemana y trató de llevarla a la cama. Renee lo rechazó y le explicó que sólo quería ser su amiga. Issei se levantó desconcertado.
Mientras Renee se sentó en una silla con un libro de poemas que Issei le pidió que leyera en voz alta, el caníbal japonés empezó a ejecutar su macabro plan, grabó las últimas palabras y luego le disparó con su rifle en el cuello, cayó de la silla, él le continuó hablando, pero ella no respondió. Se asusta al ver la gran cantidad de sangre que fluye de la herida, al principio intenta limpiar, pero se rinde finalmente. Con gran esfuerzo desviste el cadáver y se puso contento por que ella ya no se negaría a su amor, ahora le pertenecía.
Con un cuchillo le cortó el pezón izquierdo y un pedazo de nariz para comerlos. "Yo corté su cadera", escribió luego en su cuento titulado "En la Niebla" y se preguntó dónde debería morder primero, seleccionó las nalgas, pero las encontró difíciles de morder. Describe paso a paso su ritual, la apariencia de grasas, músculos y su sabor. Cuando la grasa sale por los cortes hechos con el cuchillo, la describe como de consistencia y apariencia del maíz amarillo, la olió y encontró que no tenía ningún olor. Siguió cortando para encontrar la carne más profunda, puso dos filetes en su boca "su sabor es de un rico pescado crudo similar al sushi, no he comido nada más delicioso".
Se encontraba feliz de haber cumplido su fantasía. Usando un cuchillo eléctrico empezó a cortar a Renee en partes, hizo varios filetes para mordisquearlos crudos, el resto lo guardó en su refrigerador. Preparó una comida rápida de carne humana frita con mostaza, tomó fotografías del cadáver mutilado y tuvo relaciones sexuales con lo que quedaba de él. "Cuando yo la abrazo" -grabó en una cinta de audio-, "ella suspira y le digo que la amo". Cuando cocinaba y comía de sus restos, escuchaba la grabación que Renee había hecho de la lectura del poema, su ropa interior la usaba como servilleta para limpiar su boca. Al cocinar un seno le dio asco por su apariencia grasosa y encontró que los muslos eran más deliciosos.
Exhausto finalmente, tomó lo que quedaba del cadáver, lo llevó a su cama y durmió con él. A la mañana siguiente tenía que librarse de la evidencia, al levantarse descubrió que el cuerpo no olía mal aún y continuó comiendo, en particular el brazo que fue lo que más le gustó del cuerpo, recortó el ano y lo puso en su boca, pero su olor muy fuerte lo hizo escupir, intentó comerlo friéndolo, pero eso no disminuyó su olor, se dio por vencido y lo devolvió al cadáver.
Después de un cierto tiempo, varias moscas grandes pulularon alrededor del cadáver, Issei tomó esto como señal que había perdido a Renee. La "luna de miel" había terminado. Con un hacha la cortó en pedazos más pequeños para meterla en una maleta que había comprado para este fin. Mientras la desmembraba se excita y con la mano del cadáver procede a masturbarse. Corta su nariz, sus labios y su lengua de varios mordiscos y los guarda para sus fantasías sexuales posteriores. Escribió: "Yo quiero su lengua, no puedo abrir su mandíbula, pero puedo alcanzarla entre sus dientes. Finalmente sale, la hago estallar en mi boca y me miro masticándola en el espejo. Luego voy por los ojos".
A la medianoche del segundo día guardó todos los pedazos bajo llave en su maleta, llamó un taxi y pidió lo llevara al Bois de Boulogne, ya en el parque trató de botarla al lago, sin embargo, por su complexión física le resulta muy pesada. Cuando descubre que varias personas lo miran se asusta, la tira rápidamente y huye. Una pareja que paseaba por el lugar vio una mano de mujer llena de sangre y llamó a la policía.
Mientras tanto Issei regresa a su apartamento a disfrutar de los filetes de Renee que tenía en su refrigerador, cada día que estuvo en libertad comió pedazos del cadáver.
Cuando la policía llegó a su apartamento dos días después del asesinato con una orden de captura, Issei los dejó entrar, abrieron el refrigerador y encontraron pedazos de un cuerpo de mujer, incluso los labios. Issei confesó lo que había hecho y agregó que tenía una historia médica con una enfermedad mental. De hecho, sus descripciones fueron tan detalladas que el juez decidió que él no era competente para juzgarlo.
Issei fue condenado a un período indefinido de prisión en el asilo Paul Guiraud, los tres psiquiatras que lo evaluaron dijeron que nunca se curaría. Su multimillonario padre, Akira Sagawa, presidente de Kurita Water Industries en Tokio, hizo un trato para que en 1984 su hijo fuera transferido al hospital psiquiátrico Matsuzawa en Japón. El fiscal creyó que allí estaría preso de por vida, pero solamente permaneció preso 15 meses y quedó libre en agosto de 1985, gracias a su padre, Issei Sagawa el Caníbal anda suelto y espera ser comido por una joven mujer occidental.

viernes, 15 de agosto de 2008

John Reginald Christie

A finales de marzo de 1953, el nuevo inquilino del numero diez de Rillington Place, proseguía con las reformas que necesitaba su nuevo piso, ya que se encontraba sucio y destartalado. Agujereo la pared de la cocina, al hacer esto se percato de que no había pared, si no un hueco que estaba empapelado. Arrancó el resto del papel para poder comprobar el interior. Al enfocar con su linterna, se sobresaltó al encontrarse con un cuerpo envuelto en una sabana. Detrás de este se hallaban dos cadáveres mas. Las tres mujeres habían sido estranguladas.

El anterior inquilino había abandonado Rillington Place tres días antes, su nombre era John Reginald Christie.En un registro posterior se hallaron, a parte de los tres cuerpos del hueco de la cocina, otros dos enterrados en el jardín y el cadáver de la señora Christie sepultado bajo las tablas del suelo de la habitación principal.

John Reginald Halliday Christie nace el 8 de Abril de 1898 en Halifax. Contaba con el cariño de sus seis hermanos y de su madre, aunque no se podía decir lo mismo de su padre, de carácter severo y autoritario Fue un buen estudiante e incluso llegó a ser monitor de los boy scout. En su adolescencia sufrió una gran humillación y se convirtió en el blanco de las burlas de sus compañeros. Éstos, al enterarse que Christie era impotente, comenzaron a llamarle "Reggie no puede".

A los 17 años es sorprendido robando dinero mientras trabajaba como oficinista en la policía local. A raíz de esto su padre le echa de casa. A los 18 años es reclutado para la Primera Guerra Mundial, donde fue gaseado, esto le permitió posteriormente recibir una pensión por incapacidad. En Mayo de 1920 se casa con Ethel Waddington. En años posteriores es encarcelado en varias ocasiones por robo de dinero y en 1924 pasa varios meses en prisión. Como consecuencia de su conducta delictiva, Ethel le abandona en 1929. Christie se dedica a malvivir y vagabundear y, tras pasar por prisión en repetidas ocasiones, decide escribir a su mujer y pedirle que regrese; ésta accede y se queda con él hasta su muerte. En 1938, a la edad de 40 años, John y su mujer se trasladan al nº 10 de Rillington Place. A partir de 1939 consigue, gracias a su relación con el ejército, un trabajo como policía especial. Es en Agosto de 1943, mientras investigaba a un hombre por robo, cuando conoce a su primera víctima, Ruth Fuerst, una prostituta de 17 años. Aprovechando que Ethel está ausente, Christie invita a la joven a su casa y después de tomar el té la estrangula; a continuación entierra el cadáver en el jardín trasero.
A finales de ese año deja la policía y comienza a trabajar en los Ultra Radio Works, al oeste de Londres. Allí hizo amistad con Muriel Eady, de 31 años. Ésta le comenta que sufre un catarro y Christie le habla de los conocimientos médicos que adquirió en la guerra; Muriel acude al nº 10 de Rillington Place Esta vez Christie se perfecciona y planea el asesinato premeditadamente: fabricó un tarro de cristal con tapadera metálica, dicha tapa tenía dos agujeros de los que salían dos tubos de goma; uno iba conectado al conducto de gas y el otro a una especie de mascarilla, por la que la víctima inhalaba. Confiando en el remedio para el catarro, Muriel comenzó a inspirar. Cuando se dio cuenta de lo que estaba inhalando, Christie la estranguló y abusó de ella. Después enterró el cuerpo en el jardín. Pasarían cinco años hasta que Christie volviera a actuar.
En Marzo de 1948 Timothy y Beryl Evans se trasladan al nº 10 de Rillington Place, junto a su hija Geraldine de poco más de un año. El joven matrimonio se llevaba bien con Christie y su mujer, quien estaba encantada con la niña. En 1949 Beryl queda embarazada; no desea tener el hijo ya que los ingresos de Timothy eran muy escasos. Preocupados, comentan el problema a los Christie; posteriormente John se ofrece a practicar el aborto, convenciéndoles de que se puede realizar sin salir de casa.
El 8 de Noviembre de 1949 Timothy regresa de trabajar y recibe la noticia de que Beryl no ha sobrevivido a la operación. Timothy está trastornado y no sabe que hacer, pues el aborto es ilegal en Inglaterra; así, se deja guiar por la única persona que puede ayudarle, el señor Christie, quien le convence para ocultar el cadáver. Timothy acepta horrorizado, convirtiéndose en cómplice de homicidio. El señor Christie le sugiere que abandone la ciudad durante un tiempo, asegurándole que él se encargaría de dar en adopción a la pequeña Geraldine.
Aunque el joven se marcha de la ciudad, no puede olvidar el trágico suceso; así, se presenta en comisaría y confiesa haber matado a su esposa. Hicieron falta dos registros de la casa para poder encontrar lo que buscaban; el cadáver de Beryl Evans se encontraba doblado debajo del fregadero, enrollado en una manta y ocultado por unos troncos. Se hallaba vestida y con una corbata en el cuello, había sido estrangulada; la pequeña Geraldine se encontraba, también estrangulada, junto a su madre. Evans es trasladado a Londres el 2 de Diciembre y es acusado del homicidio de su mujer e hija. Desesperado, decide confesar la verdad e implicar a Christie como único responsable del aborto fallido.
En el juicio se comprobó que Christie sirvió a su país en la primera Guerra Mundial y que había trabajado como policía especial; con esto se ganó la compasión del jurado. Mientras declaraba como testigo negó su participación en el aborto y comentó las continuas peleas entre el joven matrimonio así como los malos tratos que sufría Beryl ( todo falso ). En menos de 40 minutos el jurado encontró a Timothy culpable de los asesinatos y fue sentenciado a la horca. El joven no dejó de insistir en que Christie mató a su mujer y a su hija, hasta el mismo día de su muerte, pero nadie le creyó. Murió ahorcado el 9 de Marzo de 1950.
John Christie había estado cerca de ser atrapado; el nº 10 de Rillington Place había sido registrado dos veces y nadie se había fijado en el hueso de Muriel Eady que sobresalía en la tierra del jardín.
El 14 de Diciembre de 1952 su mujer Ethel le despierta sufriendo convulsiones y ataques de tos; Christie decide estrangularla como "un acto de compasión", por no poder acabar con sus dolores de otra forma. Conserva su cadáver varios días en la cama, hasta que decide sepultarlo bajo las tablas del suelo.
Prácticamente arruinado, vende todos los muebles y excusa la muerte de su mujer diciendo que se encuentra de viaje. Después de matar a Ethel, la poca cordura que le quedaba se deteriora y entre Diciembre de 1952 y su detención, en Marzo de 1953, atrae hasta su casa a las que serían sus tres últimas víctimas.
Kathleen Maloney, una prostituta de 26 años que conoció a Christie en un pub de Londres. Muere gaseada y estrangulada en Enero de 1953. El 12 de Enero mata del mismo modo a Rita Nelson, otra prostituta de 25 años. El 6 de Marzo conoce en un café a la que sería su última víctima, Hectorina McLenna de 26 años; Christie le ofrece alojamiento y, una vez en casa, le da muerte como a las demás. Los tres cadáveres son escondidos en un hueco en la pared de la cocina, que posteriormente sería cubierto con papel.
El 21 de Marzo abandona Rillington Place y empieza a vagabundear por la ciudad, alternando en albergues y transitando por los parques. El 31 de ese mismo mes es arrestado junto al puente Putney. Comienza entonces el juicio en el mismo tribunal que tres años antes había mandado a la horca a un hombre inocente.Christie admitió haber cometido siete crímenes entre 1943 y 1953, aunque nunca confesó el asesinato de la pequeña Geraldine. Al cuarto día de juicio el jurado se retira a deliberar; una hora y veinte minutos después tenían el veredicto, culpable. John Christie es sentenciado a morir en la horca. El 15 de Julio de 1953 es ahorcado. 16 años después de ser ahorcado Timothy Evans recibe el perdón de la justicia.

jueves, 14 de agosto de 2008

Richard Chase - El Vampiro de Sacramento

RICHARD CHASE, un asesino diagnosticado esquizofrénico paranoide tras disparar, adagar, descuartizar, y beber la sangre de seis personas en 1977, ganándose el apodo de el Vampiro de Sacramento". Desde muy joven, Chase es conocido por su conducta psicótica con rasgos de apatía y con otros de agresividad. Esto sería debido en gran parte a unos traumas infantiles por las constantes peleas entre su padre alcohólico y su madre, y con su posterior divorcio.

A los 21 años, se va de casa para compartir piso con unos amigos. Allí, contínuamente drogado, empieza a obsesionarse con la idea de que una organización criminal trata de acabar con él, hasta tal punto que clava con tablas la puerta de su habitación, entrando y saliendo de ella por un pequeño agujero que había hecho en el fondo de un armario de pared.

Poco tiempo después, se afeita la cabeza y acude asustado al médico alegando que su cráneo se está deformando poco a poco y los huesos le agujerean la piel. Al mismo tiempo dice sentir que se muere porque alguien le ha robado la arteria pulmonar, y nota que su sangre no puede circular.

Es internado en un psiquiátrico, saliendo al poco tiempo, pese a la opinión de algunos médicos que lo consideran peligroso. Una vez dejó de tomar la medicación y su conducta comienza a empeorar, creyendo que su sangre se estaba volviendo polvo y que necesitaba otra más fresca para sobrevivir, se inyecta y bebe sangre de conejo, tragándose las vísceras de los animales...
Al poco tiempo cae enfermo, y los médicos tras percatarse de su obsesión por consumir sangre, lo internan de nuevo diagnosticándole una fuerte esquizofrenia paranoide además de conducta peligrosa.
Un año después, de nuevo en la calle, descuartiza a numerosos perros, gatos y vacas para beber su sangre y vísceras mezcladas con Coca-Cola a modo de cóctel, estando convencido que a causa de la falta de sangre, su estómago se empieza a pudrir, su corazón disminuye de tamaño y que los distintos órganos se desplazan en su interior.
Fascinado por los crímenes de los asesinos Kenneth Bianchi y Angelo Buono, guarda celosamente todos aquellos recortes de prensa que los menciona y se compra una pistola de calibre 22 dispuesto a imitarlos.
A los 28 años, comienza una serie de crímenes disparando dos veces sin motivo alguno sobre un desconocido, que se convertiría en la primera de sus víctimas.
Su segunda víctima, una joven de 22 años, salvajemente asesinada a pocos metros de su casa cuando se encontraba sacando la basura. Chase dispara tres veces sobre ella, y mientras agoniza, le abre el vientre para arrancarle los intestinos, y los esparce cuidadosamente por el suelo. Luego, le corta el hígado, el diafragma, un pulmón y los riñones, colocándolos encima de una cama. En un ataque de histeria adaga varias veces el cuerpo sin vida y tras beber su sangre, se pinta la cara con ella. Finalmente, como toque final a su obra, defeca sobre la boca del cadáver y abandona la casa, satisfecho.
Cuatro días después comete el más sangriento de sus crímenes entrando en una casa elegida al azar y disparando a la cabeza de una pareja de 27 años, un niño de 6 años y un bebé de 22 meses. Luego, llevándose el cuerpo de la mujer a una habitación, sodomiza el cadáver, le arranca un ojo y bebe su sangre. Momentos más tarde es sorprendido en su macabra carnicería por alguien que llama a la puerta mientras vaciaba el cráneo del niño, y huye a toda prisa llevandose el cadáver del bebé.
En su propia casa, decapita el cuerpo tras beberse la sangre y devorar el cerebro crudo.
Esa misma tarde la policía descubre la matanza y comienza una serie de investigaciones por toda la ciudad registrando cada rincón de la ciudad tratando de atraparlo.
Cuando tres policías llaman a la puerta de Chase no obtienen respuesta, pero oyendo ruidos en el interior deciden vigilar el apartamento.
Poco después, sale de la casa con una caja de cartón bajo el brazo, que arroja al suelo para tratar de huir al ver a los agentes en la puerta.
Su contenido se esparce por el suelo asombrando a los policías: se trata de ropa ensangrentada y trozos de cerebro humano...
Chase es finalmente detenido. Al registrar su apartamento, se encuentran un espantoso olor a putrefacción, manchas de sangre, huesos humanos en la cocina y el salón, un plato con restos de cerebro encima de la cama y la nevera repleta de recipientes con órganos humanos y animales en el interior.
En el juicio trata de justificar sus macabros crímenes diciendo que unas voces de seres extraterrestres y otras criaturas lo acosaban contínuamente obligándole a matar...
Finalmente es condenado a pena de muerte aunque su ejecución en la cámara de gas nunca se llevó a cabo, pues se suicida pocos meses después en su celda con una sobredosis de antidepresivos en diciembre de 1980.
"A veces oigo voces por teléfono... ignoro qué voces... amenazas. Suena el teléfono y alguien me dice cosas extrañas... que mi madre me envenena poco a poco y que me voy a morir. Me siento observado... sé que alguien me vigila...."
"...si devoré a esas personas fue porque tenía hambre y me estaba muriendo. Mi sangre está envenenada y un ácido me corroe el hígado. Era absolutamente necesario que bebiera sangre fresca.."
Estas declaraciones forman parte de una entrevista psiquiátrica a Richard Tranton Chase.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Los Asesinatos de Dorancel Vargas

Los Asesinatos de Dorancel Vargas Gómez, el retrato de un Caníbal. Una investigación sobre los antecedentes del Vargas reveló que este era su cuarto arresto, los dos primeros se dieron en El Vigía, años antes, por dos delitos menores: robo de gallinas y de ganado. La verdadera sorpresa era que ya había sido capturado en una ocasión en el año 1995 por el mismo delito de "Canibalismo". Luego de permanecer aislado en la cárcel de Santa Ana, y por presentar desequilibrios mentales, fue trasladado al centro psiquiátrico de Peribeca, cerca de San Cristóbal, de donde logró escaparse.

Dicen que los carnívoros y los caníbales están separados por una línea muy delgada. Al parecer, para algunos seres humanos, el hambre puede hacer desaparecer esa línea. El viernes 12 de febrero de 1999 tres jóvenes encontraron en las inmediaciones del puente colgante "Libertador", escondidos entre escombros, varios pies y manos humanos. Inmediatamente dieron aviso de su macabro descubrimento al teléfono de Emergencia 171, de la Defensa Civil Táchira, quien destacó de inmediato elementos para tomar conocimiento del caso. El puente "Libertador", diseñado por el ingeniero francés Gustave Eiffel (1832-1923), se encuentra ubicado en las márgenes del río Torbes, entre las localidades de San Critobal y Tariba, Estado Táchira, a unos 750 kilómetros de Caracas, Venezuela.

Una vez confirmado el hallazgo, se hicieron presentes en el lugar funcionarios policiales quienes en el transcurso de una nueva búsqueda localizaron restos humanos parciales que hacían suponer entre diéz y doce cuerpos. Una vez descartada la hipótesis de que pudiera tratarse de un área de liberación de cadáveres de alguna banda de narcotraficantes o de alguna secta satánica, se recurrió a las denuncias de personas desaparecidas. Se pudo determinar la existencia de una serie de denuncias en la localidad entre noviembre de 1998 y enero de 1999 por lo que se procedió a rastrear la zona. Por primera vez se comenzó a especular la existencia de un asesino en serie.
En una casucha fabricada con escombros (rancho), en al área del Parque 12 de Febrero, encontraron varios recipientes con carne humana y vísceras preparadas para el consumo, tres cabezas humanas y varios pies y manos que fueron llevados a la morgue del Cementerio Municipal de El Vigía, estado de Mérida, debido al avanzado estado de descomposición que presentaban. El dueño el rancho resultó ser Dorancel Vargas Gómez, un mendigo bastante conocido en la zona nacido en Caño Zancudo, estado Mérida, el 14 de mayo de 1957. (Cabe mencionar que por algún error periodístico su nombre fue cambiado a Dorángel).
Su arresto por los detectives del Cuerpo Técnico de la Policía Judicial con el apoyo de la Policía Montada se llevó a cabo poco después y fue conducido a la casilla policial más cercana del Parque en las afueras de Tariba. Ahí se condujo un interrogatorio preliminar que daría a la policía no pocas sorpresas. "No me arrepiento de lo que he hecho, porque me gusta la carne y no soy el único, en diciembre compartí al vecino Manuel "pana" que era muy buena persona y yo me dije, si es tán buen vecino tiene que estar bien sabroso. Total que hice unas empanadillas con él y las compartí con los conocidos que en todo momento alabaron la sabrosura del relleno. Quizá ahora piensen mal de mi, pero yo lo hice con la mejor buena voluntad del mundo, como recomienda la iglesia yo compartí mi pan, bueno en este caso al bueno de Manuel, pero al caso le hace lo mismo con otros tan necesitados como yo y ahora me veo prisionero. Yo por necesidad me veo metido en esta vaina, por todo cuanto robaron en esta nación que nos han llevado al hambre a miles de venezolanos, pero no me arrepiento por que a pesar de que lo único que no me daba apetito eran las cabezas. Con las manos y los pies cuando más me apuraba el hambre yo me hacia una sopita con ellas y no desaprovechaba nada".
Esta y otras declaraciones pusieron los pelos de punta al sargento de policía Gumersindo Chacón, encargado de la casilla, Dorancel no ahorró detalles sobre la manera en la que descuartizaba, sazonaba y cocinaba a sus víctimas.
"... los hombres saben mejor que las mujeres, saben recio como cochino salado, como jamón, da gusto comer un buen macho, las mujeres saben dulce como quien come flores y te dejan él estomago flojo como si no hubieses comido."
Algunos detalles que declaró serían jocosos de no ser tan aterrorizantes: "Nunca mataba hombres gordos, tienen mucha grasa y eso tiene mucho colesteról..."
Tras que las confesiones realizadas fueron publicadas por la prensa, algunos atónitos vecinos empezaron a recordar detalles de la vida del mayor asesino en serie de la historia venezolana, según las autoridades.
Parece ser que siempre había vivido solo y desaparecía largas temporadas paseando con una barra metálica, como una lanza, de un metro de largo. Lo que nadie podía imaginar es que utilizase esa barra para cazar a sus víctimas, quienes se supone que eran indigentes de la zona y obreros que laboraban en las riveras del río Torbes recogiendo y transportando arena. Tras cazarlos, los descuartizaba, guardaba las partes que se comía para cocinarlas y enterraba lo demás, que según sus declaraciones, "le producían indigestión".
Si bien una de las víctimas ya ha sido identificada como Francisco A. López, quién desapareció de su lugar de trabajo, situado en las proximidades del río Torbes, la Policía Judicial continua en estos momentos sus investigaciones para identificar los restos hallados y excavar en otros lugares en busca de nuevos restos.

martes, 12 de agosto de 2008

Arthur Shawcross

Arthur Shawcross amó a su madre hasta la obsesión. Tenía 47 cromosomas (uno "Y" extra), los médicos siempre creyeron que esto estaba ampliamente ligado a su agresividad. Entre abril de 1988 y enero de 1990, Shawcross -que había logrado conseguir un régimen de libertad provisional aún después de asesinar a dos niños- mató a once mujeres en Rochester, Nueva York y devoró por lo menos a dos de ellas.

Arthur Shawcross tenía predilección por asesinar prostitutas. El texto de su confesión era de 75 páginas. Se declaró inocente por demencia y aseguró que los asesinatos eran el producto de malas experiencias sexuales. "A dos de las prostitutas las maté en un momento de ira, luego de que no puede tener una erección. Tuve que eliminar a una porque me mordió. Otra me puso histérico por que se puso a llorar mientras hacíamos el amor.

Una me robó la billetera y a otra la maté porque me dijo payaso". Shawcross fue sentenciado a 250 años de prisión. Afirmó haber sido víctima de abusos sexuales durante su adolescencia, que sufría psicosis heredadas por las atrocidades que había vivido en la guerra de Vietnam, y que esta psicosis adquirida le obligaba a cometer actos criminales; contó a los psiquiatras en una entrevista cómo había matado a una mujer y a una adolescente vietnamitas.
Como Jack el Destripador, atacaba a prostitutas a las que mataba sin remordimientos, haciendo reinar el terror en la ciudad de Rochester y sus alrededores. Shawcross estrangulaba a sus víctimas y dejaba sus cuerpos a orillas del río Genesse, o escondidas entre los matorrales.
En dos ocasiones hizo dudar a la policía si se trataba de un único asesino o dos, puesto que en dos ocasiones, las víctimas no correspondían con el perfil de las demás desafortunadas.
Finalmente las autoridades locales recurren al FBI, quienes establecen el perfil psicológico del asesino, y envían a un agente especial llamado Gregg McCrary, quien ordena investigar en profundidad los lugares en dónde se han hallado los cadáveres y los alrededores al río Genesse, intuyendo que el criminal podría volver allí para revivir la excitación de sus crímenes.
Por fin el, miércoles 3 de enero de 1998, una patrulla en helicóptero divisa a un hombre de unos cuarenta años de pie en un puente del lago Salmon, en Rochester. Bajo ese puente se veía también el cadáver de una mujer.
En seguida dos agentes motorizados son enviados para atrapar al hombre. Se trataba de Arthur Shawcross, nacido el 6 de junio de 1945. Estos le piden su identificación, y les muestra un carnet de conducir caducado, alegando que no ha tenido tiempo de renovarlo, pues acaba de salir de una larga estancia en prisión. Al comprobar su identidad, se enteran de que no miente, que está en libertad provisional tras haber estado quince años en la cárcel por el asesinato de dos niños en Watertown, su ciudad natal, uno de diez y otro de ocho años. Los agentes no creen que su presencia a pocos metros del cuerpo sin vida de una mujer sea fruto de una coincidencia, y lo detienen.Cuando le juzgan, Shawcross trata de hacerse pasar por caníbal, de ser un demente víctima de abusos sexuales muy graves en su infancia. Dice que su madre lo sodomizó con el mango de la escoba rasgándole la pared anal, aunque no existen pruebas médicas que demuestren tal agresión. Culpa a la sociedad diciendo que le enseñaron a ser un criminal enviándolo a Vietnam, y que aprendió a matar y a mutilar mujeres en la guerra.
A las autoridades la actitud del asesino les parece extraña. Tranquilo, moderado, silencioso, no le interesa el saber por qué se le acusa. Explica tranquilamente su presencia en el puente por el deseo de orinar, pero nadie se lo cree, piensan que lo que Shawcross hacía en realidad era revivir la excitación del crimen contemplando su "obra" desde el puente y tal vez masturbarse.
Pero una serie de pruebas en su contra sirvieron para acusarlo: una prostituta declaró en su contra, dijo haberlo visto acompañado de una de sus amigas de profesión unas horas antes de que la policía encontrara su cadáver, objetos de las víctimas en el interior de su automóvil, y huellas de los neumáticos en los lugares del crimen.

lunes, 11 de agosto de 2008

Marcel Petiot - El Doctor Muerte

Marcel Petiot "El Dr. Muerte". Los psiquiatras que lo examinaron antes del juicio declararon que se trataba de un hombre en su sano juicio. Sin embargo, si nos detenemos a hacer un balance sobre cómo había sido su vida hasta entonces, nos encontramos con claros manifiestos de una mente desequilibrada desde su más tierna infancia.

Nació el 17 de enero de 1897. Su padre murió cuando él tenía tan sólo cinco, su madre murió tres años después, así que el niño fue confiado a los cuidados de varios tíos y tías. Tal vez por esta situación difícil su educación no fue como la de un niño normal ni mucho menos tuvo el afecto que éstos necesitan en esos años tan cruciales de vida.

De pequeño demostró una inteligencia considerable, pero al mismo tiempo revelaba ciertas tendencias sádicas que preocupaban a quienes le rodeaban: desde sumergir las patas de su gato en un cazo de agua hirviendo hasta asfixiar a este mismo animal con sus propias manos, o torturar a otros animales sacándoles los ojos para divertirse mirando como éstos se golpeaban contra las paredes una vez ciegos.

También tenía la manía de robar todo lo que le pasaba por las manos. A sus compañeros en clase, los medicamentos en el ejército cuando era soldado (para venderlos posteriormente en el mercado negro) e incluso los fondos municipales del alcalde de Villaneuve cuando se presentó a unas elecciones municipales.

Basta con observar su grave afición a la piromanía, su crueldad con los animales, esa ludopatía crónica, además de serios y continuos ataques depresivos, una avanzada paranoia y un crónico estado de melancolía... por no hablar de sus mentiras compulsivas y su actitud de desprecio hacia toda la sociedad o su sangre fría casi carente de sentimientos... sin duda ese carácter nos suena bastante desequilibrado. Sin duda refleja una personalidad muy conocida por todos nosotros: una personalidad psicopática.
Curiosamente, y como suele ser habitual en estos casos, todas estas peligrosas facetas de su vida no le impidieron salir adelante en la vida social. Su encanto personal le ayudó a ganar prestigio en el ámbito profesional como médico y en una carrera política que inició como concejal, aunque ese encanto ocultase un carácter carente de escrúpulos.
El 11 de marzo de 1944 la policía acude a casa del doctor Petiot, alertada por los atemorizados vecinos que observaban salir de la chimenea una grasienta humareda negra y un hedor insoportable. La chimenea corría el riesgo de incendiarse, pues ya se veían las llamas sobresaliendo amenazadoras y no tardan en acudir los bomberos, quienes logran entrar en la casa a través del sótano. Allí, descubren sin dar crédito a lo que ven, el espantoso combustible que alimentaba las llamas: un montón de cuerpos desmembrados.
Se consiguieron demostrar 24 muertes pero pudieron ser muchas mas en realidad.
Momentos más tarde acude la policía, y el doctor Marcel Petiot les explica con orgullo que aquellos eran "sus" cadáveres, los restos de alemanes y colaboracionistas pro-nazis que habían sido asesinados por la Resistencia francesa y confiados a su custodia para que se desiciese de ellos. Los agentes aceptan la explicación y lo dejan ir, no sin antes felicitarlo por tener esas dotes de patriotismo.
Petiot, aseguró que era miembro de la Resistencia y que sus víctimas habían sido 63. Al igual que los 27 cadáveres encontrados en el sótano, los agentes dan por hecho que son más soldados alemanes. Pero cuando se constata que aquellas muertes no tenían que ver con la ejecución de colaboradores nazis, Petiot ya había huido en su bicicleta. A partir de ahí se llevó a cabo un minucioso registro de la casa, hallando además de los cadáveres despedazados, casi 150 kilos de tejido corporal calcinado y otros muchos cuerpos descomponiéndose en un pozo del garaje que contenía cal viva.
Guillotina en la que fue ejecutado Marcel Petiot. Al cabo de un tiempo de anonimato, Petiot inició una serie de correspondencia con el periódico Resistance, bajo otro nombre, pero sin modificar su letra (lo que ayudaría a su identificación), diciendo que la Gestapo había metido en su casa los cadáveres. Gracias a eso fue de nuevo detenido el 2 de noviembre de 1944.
Su juicio comenzó en el Tribunal del Sena el 15 de marzo de 1945, ahí se descubrió la verdadera faceta del doctor. No era un luchador clandestino por la libertad, sino un criminal totalmente degenerado.
Se le acusaba de 27 asesinatos por las evidencias de su sótano. Su hermano Maurice, quien le proporcionaba la cal, alegó que Petiot la utilizaba contra las cucarachas, pero el enorme volumen de 400 Kg suministrados sirvió para inculparlo de complicidad criminal.
Mientras se hallaba detenido a la espera del juicio, Petiot en todo momento comentaba jocosamente a los guardianes de su prisión "No dejen de acudir a mi juicio, va a ser maravilloso y se va a reír todo el mundo"... y nada más lejos de la realidad, ese juicio fue uno de los más surrealistas y confusos en la historia de Francia.
A veces, tanto el acusado como el abogado dormitaban plácidamente en sus asientos, e incluso llegó a haber insultos entre la defensa y el acusado cuando el acusado afirmó que era un defensor de traidores y judíos, a lo que éste furioso le amenaza con partirle la boca en la misma sala.
La acusación afirmó que Petiot atraía a ricos judíos a la rue Lesseur con el pretexto que les ayudaría a escapar del acoso de las fuerzas alemanas hacia otros países. Luego, les quitaba la vida por medio de inyecciones letales que les administraba con el pretexto de cumplir con las formalidades sanitarias extranjeras, después los despojaba de todo el dinero y objetos de valor que poseían.
Al final de tres semanas de juicio, el jurado lo declaró culpable de 24 de las 27 acusaciones y en cuanto se dictó el veredicto de culpabilidad se establecieron una serie de indemnizaciones a favor de los familiares de las víctimas.
El 26 de mayo de 1946 el Dr. Muerte fue condenado a la guillotina, pero el asesino, lejos de mostrarse asustado en el momento de su muerte dijo con más ironía que nunca a los testigos de la ejecución: "Caballeros, les ruego que no miren. No va a ser bonito."