viernes, 30 de mayo de 2008

Piedras de Ica

Ica es un departamento de Perú, ubicado al oeste del Océano Pacífico exactamente al norte de la región de Nazca y lindero con el sur de Pisco.
Su nombre por sí solo, tal vez no signifique nada, especialmente para una gran mayoría de personas que parecen ignorar su existencia; pero entre los estudiosos de la arqueología precolombina, lentamente comienza a ganar una cierta reputación.
J.J. Benítez el prestigioso autor español, mundialmente conocido por la saga de Caballo de Troya, puso a Ica en el mapa al dedicarle su primer libro que data del año 1975, al que tituló Existió otra humanidad. En esta obra, Benítez describe a una civilización que al parecer habría llegado a convivir con los dinosaurios, y cuyo legado llega hasta nuestros días a través de más de 11.000 piedras que han sido halladas en el desierto de Ica. Esta Biblioteca Gliptolítica se encuentra ubicada en la Plaza de Armas de Ica, en un Museo fundado por el Dr. Javier Cabrera Darquea, principal difusor de este tesoro, quién a través de los años fue recolectando estas piedras, a las que investigó y dedicó su vida.
Salvo el libro de Benítez, escasa es la bibliografía que se encuentra sobre el tema, por no decir casi ninguna. Este desinterés no es casual, la Biblioteca Gliptolítica ha generado desde sus inicios una dura polémica entre los investigadores y arqueólogos, que ponen en tela de juicio el valor de la mismas, argumentando que las piedras no son auténticas, sino que son burdas falsificaciones realizadas por los mismos lugareños de la región, y estableciendo como dato concluyente, la imposibilidad de aceptar que el hombre haya convivido con los dinosaurios. Recordemos que la Ciencia establece la aparición del hombre en la Tierra en el Período Cuaternario, negándole cualquier otra antigüedad
Mi interés por las Piedras de Ica se vio incentivado por la lectura de un artículo del investigador alemán Erich Von Däineken, y más tarde gracias al libro de J.J. Benítez. A través de los años anhelé con todas mis fuerzas viajar a Perú y Bolivia, para conocer esas maravillas que desde temprana edad habían perturbado mis pensamientos.
El destino cumplió mi sueño en 1996, año en el que concreté mi primera travesía a esas regiones. En Bolivia visité las ruinas de Tiahuanaco, y en Perú conocí las Líneas de Nazca, y la ciudad de Machu Pichu. Ica, por una cuestión de tiempo no pudo ser. Mi segundo viaje lo realicé en 1998, dos años después, esta vez en compañía de dos amigas. Un amigo facilitó el contacto con el Dr. Cabrera, a través de una carta, y gracias a ello, el Dr. Cabrera dedicó dos días de su tiempo a mostrarnos la biblioteca y a satisfacer nuestra inmensa curiosidad.
Dos días son imposibles para absorber toda la información que allí se desprende. El Dr. Cabrera consciente de este problema, nos facilitó acceder a un libro de su autoría, resumen de 25 años de investigación y dedicación a la comprensión de las piedras.
El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica resulta entonces un gran aporte en el campo científico, ayudando a desentrañar los aspectos más complejos, y, convirtiéndose en una obra de primera fuente para el investigador. Estos dos elementos, el bibliográfico en conjunto con la observación realizada dentro del Museo juegan un rol primordial, y, se establecen como referentes en el desarrollo de los puntos que a continuación se van a tratar.
El Dr. Cabrera ha dividido a los Gliptolitos en series, estableciendo para la Biblioteca una clasificación por materia. Cada asignatura corresponde a diversas ramas del conocimiento humano, eligiendo para la realización del presente trabajo las siguientes:

ANTROPOLOGÍA
La Ciencia ha logrado avances en muchas disciplinas, pero hasta ahora ha sido incapaz de hallar una respuesta al tema de la Creación. Einstein, autor de la Teoría de la Relatividad, decía que la perfecta sincronización del Universo respondía seguramente a una Inteligencia desconocida, que el gran sabio identifica, como el Gran Padre.
En las Piedras de Ica, surgen inquietantes pistas acerca de esta Inteligencia. Una vez más se tiene la certeza de que la vida en el planeta no comenzó en el mismo, sino que probablemente llegó del Espacio."…Hace millones de años, hombres de una inimaginable sapiencia procedentes de una humanidad establecida en un planeta del Cosmos, llegaron a la Tierra cuando la vida en nuestro planeta se hallaba en evolución. Sabemos que provenían de su planeta situado en la constelación de Pléyades, uno de los cúmulos de estrellas que forman parte de más de cien mil millones de estrellas que componen nuestra galaxia la Vía Láctea …" (El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).
Estos hombres venidos del Cosmos eligieron a un animal, identificado como el notharctus, al cual le fueron implantados códigos cognoscitivos. (La Paleontología compara al notharctus con el lemur actual, estimándole una antigüedad de 50.000 millones de años, época en que se cree habría existido.) “…La Humanidad Gliptolítica fue hechura de hombres que vinieron del cosmos. Mediante el transplante de códigos cognoscitivos a unos primates muy inteligentes, generaron hombres …" // "…Deduzco que los códigos cognoscitivos serían conjuntos moleculares ácidos nucleicos y proteínas, que constituirían la base física del conocimiento…" // "…A juzgar por la figura de un primate que se repite en muchos Gliptolitos, pienso que debió tratarse del notharctus …" // "… El transplante del conocimiento requerido lo hicieron genéticamente, interviniendo en el complejo molecular del notharctus. En ambos casos los Hombres Gliptolíticos se valieron de técnicas complejas de neurofisiología e ingeniería científica//" …lo que produjo la eliminación de la cola y el conocimiento de la vida arborícola que tenía ese primate…"(El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).
El Dr. Cabrera afirma que estos seres tenían como meta de vida, la expansión del conocimiento, y que por ello a los individuos de aquella remota humanidad se les realizaban los transplantes de códigos cognoscitivos, con el fin de concretar esta aspiración.
"…Estos Gliptolitos nos dicen que el conocimiento humano llegó del Cosmos, traídos por los Hombres Gliptolíticos con el propósito de entregarlos a seres biológicamente más capacitados para ello. El nothharctus fue el animal elegido para la recepción del conocimiento y a partir de él se generó una escala de seres inteligentes, en la que cada uno recibió un nivel cognoscitivo de acuerdo con la función que debía desempeñar en el planeta…"(El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).
Esta Humanidad Gliptolíptica tenía un tipo físico que difiere bastante del aspecto atlético actual."…De allí que este hombre tuviera un cerebro voluminoso, y que sus extremidades superiores, alejadas de la función mecánica, no fueran robustas, ni que sus manos requiriesen que el pulgar estuviese en posición oponible. Las piernas cortas y fuertes y el voluminosos vientre desplazado hacia abajo permitían el equilibrio con esa cabeza grande, no solo cuando el hombre se hallaba en reposo sino cuando caminaba …" // "…su existencia estuvo regida por una creciente actividad intelectual …"(El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).
Estos seres construyeron una sociedad del tipo colectiva, donde no existía la personalidad individual. Cada individuo estaba situado en el mismo nivel intelectual de la escala. La desaparición de esta humanidad se debió según lo que se desprende de los Grabados de Ica, a dos causas: desastre de tipo natural, como fue el Cataclismo, ... "… EL Planeta disponía de un cinturón electromagnético, que hoy nosotros acabamos de descubrir y bautizar como Van Allen. Ese cinturón podía ser utilizado para uso, industrial y tecnológico y la Humanidad gliptolíptica lo hizo …" // "…La civilización prehistórica que grabó estas piedras construyó pirámides para captar y transformar esa energía electromagnética que rodeaba la Tierra. Dicha energía una vez convertida en eléctrica se distribuía a todos los continentes …" // "…Al llegarse a un consumo extremo de la citada energía electromagnética, el Planeta , lentamente fue aumentando su magnetismo natural, rompiéndose el equilibrio entre las lunas más cercanas al Globo y nuestro mundo…" // Estos astros se precipitaron un día sobre el Planeta. Y provocaron la más espantosa de las destrucciones que jamás recuerde el género humano…" (Existió otra humanidad, J. J. Benítez).
...y a una decadencia del orden moral:"…los Hombres Gliptolíticos cambiaron la finalidad de su vida como consecuencia de que empezaron a utilizar el elevado nivel reflexivo y cognoscitivo alcanzado, en detrimento de los que ocupaban rangos inferiores. El móvil de este desnaturalizado uso del poder reflexivo y cognoscitivo fue tomar como centro de interés de la existencia el goce de la vida material …" // "… esto significó una regresión al estado de animalidad y, por consiguiente, el cambio de la finalidad de la vida humana …"(El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).

PALEONTOLOGÍA
La primera impresión que experimenta el visitante dentro del Museo, es una rara sensación de asombro ante estas piedras en cuyos grabados advertimos una y otra vez la convivencia del hombre con los dinosaurios. Una humanidad diferente a nosotros, de menor estatura pero de grandes cabezas; seres que recuerdan a los hombrecillos que aparecen reflejados en la Puerta del Sol, en las ruinas de Tiahuanaco."… Estos hallazgos están revelando … que el hombre había existido desde una antigüedad tan insospechada como la que señala su coexistencia con el agnato, en la era más arcaica, la Paleozoica; que la existencia del hombre se había dado también en las eras Mesozoica y Cenozoica, a juzgar por su coexistencia-reveladas en las piedras-como el dinosaurio y el megaquiróptero, respectivamente; y que el hombre que vivió en estas eras geológicas había sido intelectualmente muy evolucionado, muestra de lo cual era el conocimiento que había tenido de aspectos muy complejos de la biología, como son los ciclos reproductivos de los animales …" (El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).
Estos humanoides, expresión que muy bien puede ser aplicada a estos hombrecillos, no solo conviven con estos grandes reptiles, sino que según lo que muestran los diferentes grabados, parecen librar una guerra total contra estos animales antediluvianos, una guerra por su supervivencia que permanentemente se ve amenazada."… El hombre gliptolítico luchó contra los dinosaurios y demás reptiles. Fue una guerra de toda la humanidad contra estos monstruos … Así se refleja en cientos de piedras grabadas ... Una guerra a muerte. Dicha humanidad rompió el ciclo biológico de estos monstruos prehistóricos, anulando así la supervivencia de la especie …" (Existió otra Humanidad, J. J. Benítez).
La Ciencia siempre sostuvo que la reproducción del dinosaurios fue a través del huevo, del cual nacía completamente formado; pero, en las Piedras de Ica la evidencia encontrada en los grabados es, pues, muy diferente. En la mayoría de los Gliptolitos se da la presencia de un fenómeno insospechado, la metamorfosis, proceso larvario atribuido hasta el momento a los anfibios.
"…A diferencia de lo que afirma la Paleontología, esta piedra revela que el dinosaurio no nacía completamente formado del huevo como los reptiles, sino que abandonaba el huevo en estado larvario y pasaba luego por una sucesión de cambios hasta conseguir su forma completa. Su ciclo reproductivo era, pues, la metamórfosis, propia de los anfibios …"(El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).
Dos hechos son importantes recalcar: la convivencia del hombre con los dinosaurios, y la reproducción de estos grandes saurios a través de la metamórfosis. Ninguna de estas consideraciones obtienen eco en la Ciencia, y a pesar de algunos tímidos avances en estos campos, harían falta más hallazgos y estudios, para demostrar lo contrario.

MEDICINA
La historia menciona que muchas civilizaciones alcanzaron grandes desarrollos en el campo medicinal. Como ejemplo tenemos a la cultura de Tiahuanaco, civilización de la que se sabe practicó la trepanación cerebral. En el caso de los Hombres Gliptolitícos la sorpresa es aún mayor, pues, parece que llegaron a transplantar órganos muy complicados, como el corazón, y los hemisferios cerebrales. "… El transplante que respecto del cerebro refieren los Gliptolípticos que obran en mi poder, es el de los hemisferios cerebrales. Siendo la corteza cerebral parte de los hemisferios cerebrales y en las que están localizadas las funciones cognoscitivas, y habiendo tenido la Humanidad Gliptolíptica como finalidad de su existencia desarrollar su capacidad reflexiva para incrementar y conservar el conocimiento, se comprende el que haya realizado transplante de los hemisferios cerebrales. La información sobre este transplante está contenida en una serie de once Gliptolitos …"(El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).
Nuestra civilización está lejos de realizar transplantes cerebrales. Solo se han intentado tímidos avances en animales, pero aún no ha sido probado en ser humano alguno. La ciencia aunque fuera por mera curiosidad debería prestar más atención a lo aquí expuesto. "… La cirugía gliptolíptica realizó transplantes del corazón completo, y, tal como ya he mencionado, solucionó el problema del rechazo valiéndose de la transfusión de sangre de mujer embarazada al individuo que iba a recibir el órgano y, asimismo, irrigando con sangre de la misma mujer el corazón que iba a ser transplantado …"(El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).
Si bien nuestra civilización ya ha llegado a este fase del desarrollo en lo concerniente a los transplantes de corazón, continúa sin poder resolver uno de lo puntos importantes: hallar la manera de evitar el rechazo del receptor, al que se le calcula un promedio de vida de casi dos años después de realizado el transplante.

CONTINENTES DESAPARECIDOS
De niña he sentido una fuerte atracción por la Atlántida. Platón le dio una mayor credibilidad al mencionarla en uno de sus diálogos. Desde ese momento una bibliografía extensa no ha dejado de crecer. Muchas expediciones han intentado su búsqueda, sin éxito alguno. Edgar Cayce, el profeta durmiente, predijo que la Atlántida saldría algún día a la superficie, y que su morada actual debería buscarse bajo las aguas del Océano Atlántico cerca del mítico Triángulo de las Bermudas. Dejando aún lado cualquier tipo de suposición, grande fue mi sorpresa al contemplar en el Museo Gliptolíptico dos piedras de grandes dimensiones, ambas, referidas a los continentes que millones de años atrás poblaron posiblemente la Tierra. En estos grabados no sólo advertimos la presencia de la Atlántida, sino que también aparecen, Mu y Lemuria, continentes de dudosa existencia." … A pesar de los que se cree en el sentido de que estos dos continentes desaparecieron, basándome en el desplazamiento imaginario que he hecho de los actuales continentes para demostrar que su posición es la que se muestra en los dos Gliptolitos, pienso que tanto el continente Mu como la Atlántida sólo se desplazaron sin desaparecer // "… Así el continente Mu formó gran parte del continente asiático y las islas del Pacífico, y la Atlántida formó Europa y el norte de África y las islas del Atlántico // "…Lemuria habría descendido por el ingreso del continente Mu, por el Pacífico. Al descender, Lemuria formó el actual territorio de la India …" (El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).El Diluvio Universal es un mito universal que siempre ha fascinado a los hombres de todas las razas. Popularizado por la Biblia a través del Génesis, su rastro también puede ser hallado en diversos libros sagrados, donde se hace mención a una catástrofe que en tiempos remotos se abatió sobre la Tierra. Atlántida siempre ha sido asociada a un terrible cataclismo que provocó su hundimiento en el océano. El desplazamiento de los continentes también se habría debido a este fenómeno inusual, dando lugar a la conformación actual de la Tierra. En el Capítulo dedicado a la Antropología se hizo referencia a las posibles causas del cataclismo que se abatió sobre aquella humanidad. El abuso del la energía electromagnética que rodeaba el Planeta precipitó el desastre, pero la situación de la Tierra en aquella remota también fue determinante."…El planeta representado en los Gliptolitos era un sistema térmico cerrado. Recibía energía radiante del sol pero no la podía disipar por la enorme capa de vapor que rodeaba a la Tierra. En esta situación de desequilibrio térmico, el planeta debió haber llegado a su punto crítico en que inevitablemente el agua en su fase vapor se precipitó en forma de una lluvia interminable produciendo una fabulosa energía mecánica que trajo como consecuencia el inicio del desplazamiento de enormes masas continentales, es decir, un monstruoso cataclismo de proporciones inimaginables …"(El Mensaje de las Piedras Grabadas de Ica, Dr. J. Cabrera).

TECNOLOGÍA ESPACIAL
Después de lo tratado hasta el momento no resulta descabellado pensar, que la Humanidad Gliptolítica haya alcanzado conocimientos aún más elevados. Conocimientos, que nuestra especie ignora, y que quizás en un futuro no muy lejano pueda llegar a recuperar. Esta tecnología avanzada existió una vez en nuestra Planeta, y sus huellas conducen a un nombre, Nazca.
Paul Kosok,Profesor de la Universidad de Long Island, descubrió accidentalmente las Líneas de Nazca en 1926, mientras se encontraba volando por la zona. Desde ese momento, miles han sido las conjeturas trazadas, en un intento por desentrañar el misterio que la construcción de las Líneas de Nazca encierra. Científicos de todo el mundo han estudiado los extraños grabados, sin arribar hasta ahora alguna hipótesis concluyente.
Las Piedras de Ica, nuevamente tienen un mensaje para transmitir al respecto, que también merece ser escuchado." … Nazca con sus Pampas era uno de esos espacio puertos. Por allí entraban y salían de la Tierra y por allí se catapultaban en sus viajes por el Planeta. Estos seres conocían la existencia de un gran filón de hierro que se encontraba bajo la Pampa de Nazca …// " Nosotros sabemos hoy que el hierro concentra el campo magnético propio del Planeta ¿Y que sucedería si electrificáramos la zona? … aquel lugar se transformaría en un gigantesco electroimán …" // "…Las pistas y algunos de los dibujos fueron sometidos a sistemas de electrificación que les permitían ingresar o salir de la Tierra cuando lo deseaban. Bastaba regular ese campo magnético para aterrizar o despegar el mecanismo era sencillo…" (Existió otra humanidad, J. J. Benítez)
La técnica utilizada al parecer fue la siguiente: "… Estos seres lograron vencer la fuerza de la gravedad. Y sus máquinas voladoras escapaban a la atracción terrestre sin necesidad de esas potentes cargas de combustible que hoy exigen nuestros potentes cohetes portadores … "// "… Al producirse esta anulación de la gravedad, los aparatos voladores de aquella Humanidad eran prácticamente catapultados al exterior a una velocidad equivalente a la que lleva nuestro mundo en su viaje a través del Cosmos, 29,6 km. por segundo …" // "… Aquella civilización usaba la fuerza electromagnética que captaba del exterior de la Tierra a través de las Pirámides .." (Existió otra humanidad, J. J. Benítez)
Nuestra Humanidad con todos sus adelantos, es incapaz de recrear aquella Tecnología. Para hacerla posible necesitaría cambiar sus esquemas mentales. Aquella Humanidad tenía una forma de pensamiento conceptual, que les permitía llegar al conocimiento en forma instantánea. Nuestro pensamiento en cambio está regido por patrones científicos y matemáticos, dominado por la racionalidad.

CONCLUSIÓN
Nuestra máquina del tiempo retrocedió 64.000.000 millones de años atrás, llevándonos a conocer una Humanidad, que quizás, en un remoto pasado pobló la Tierra. Las Piedras de Ica constituyen una fuente inagotable de conocimientos, pero hoy en día siguen generando gran controversia. Gran parte de la comunidad científica continúa dando la espalda a este yacimiento recelando acerca de su autenticidad y negándole la posibilidad de un estudio más profundo.
A todo esto hay que sumar el descrédito que fue sometido el Dr. Cabrera, al afirmarse que los lugareños, eran los verdaderos responsables de los grabados de las piedras.
A pesar de todos estos sinsabores, el tiempo ha sido un enemigo implacable de los detractores de las Piedras, y muchas de las ideas que se plasmaron en esta nota han sido finalmente comprobadas. La Hormona Antirrechazo es el ejemplo más vivo y se esperan futuros descubrimientos que continúen apoyando las tesis del Dr. Cabrera.
Un punto delicado es el referido al lugar del yacimiento de las Piedras, que se especula enterrado en algún lugar del desierto de Ocucaje, Ica. El Dr. Cabrera aduce que solo revelará el lugar X, cuando las condiciones sean propicias, y su vida no corra peligro. Se habla de que hay más de un millón de piedras, enterradas en el desierto a la espera de su salida a la superficie. El gran problema es el contrabando de tesoros arqueológicos, un negocio que en Perú reporta millones. Cuando visité el Museo de Ica en 1998, el tema seguía sin solución; el Dr. Cabrera se negaba a indicar el lugar del Yacimiento, aduciendo que el tema de la seguridad aún no había sido resuelto. Es de esperar que los tiempos por venir resulten más propicios para la Biblioteca Gliptolíptica, que espera ansiosa esos cambios.

jueves, 29 de mayo de 2008

El Triangulo de las Bermudas

Le llaman el Triángulo de Bermudas, aunque su forma no es triangular.
Tiene como vértices, o al menos incluye entre sus límites tres puntos relativamente fijos, en el Atlántico Occidental: el archipiélago de las Bermudas, por el Noreste. Por el Sur la isla de Puerto Rico, si bien se considera que el Triángulo llega con su influencia muchos cientos de millas más al sur. Y, al Noroeste, la península de Florida. Sin embargo, esos límites parecen ser púlsateles. Se extienden y se encogen alternativamente.
Hay ocasiones en que las rarezas físicas propias del Triángulo llegan a afectar hasta las mismas Azores, por el Este. También, a veces extiende su influencia hacia el Oeste, más allá de Cuba.
Pero, en general, el área del Triángulo aparece deli­mitada por el torbellino lento y gigantesco que es la Corriente del Golfo, un río poderoso que se mueve cruzando el mar a una velocidad de alrededor de 6 kiló­metros por hora. En la latitud 15 norte confluyen las corrientes del Atlántico Sur con las del Noreste, y avan­zan rodeando el Mar de los Sargazos, hacia el Poniente.
Poco al Sur de Puerto Rico, una gran rama se desvía ha­cia el Norte, lame las costas orientales de Cuba y Florida y cobra rumbo noreste hacia las Bermudas, reuniéndose con el curso principal que llega desde la olla caliente que es el Golfo de México. Frente a las Bermudas, nuevamente se desprende un brazo de aquel río, que cobra curso Suroeste hasta alcanzar la latitud 30 Norte. Allí se desvía al Sureste, para recomenzar el remolino.
Dentro de esos límites, en un período de 26 años desde el término de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, hasta 1975, han desaparecido más de mil personas: se han esfumado como si un prestidigitador las hubiese escamoteado.
Más de un centenar de barcos y aviones han desaparecido en ese lapso de igual manera, en medio de una atmósfera transparente.
De estas desapariciones no se ha podido recobrar ni un solo cadáver, ni un despojo, ni siquiera un fragmento de los barcos o de los aviones desaparecidos.
Por cierto que nos estamos refiriendo únicamente a las desapariciones real y completamente inexplicables.
Han habido, además, en esa zona centenares de otros naufragios y pérdidas de aviones que podrían tener una explicación por causas naturales aunque éstas resulten alambicadas y llenas de una cantidad excesiva de coincidencias. Y desde luego no se toman en cuenta tampoco las tragedias más evidentemente naturales por accidentes o producidas durante borrascas o huracanes. Aquí nos referimos sólo a las desapariciones que simplemente no tienen explicación posibles Y que en algunas ocasiones, como en el célebre caso de la escuadrilla de modernos cazabombarderos Avenger llamado "El Vuelo 19" alcanzó ribetes alucinantes de horror y desconcierto. Con este escándalo estalló ante el mundo la celebridad del Triángulo de las Bermudas.

VUELO 19
El 5 de diciembre de 1945, el estado de ánimo en la Base Aeronaval de Fort Lauderdale, próxima a Miami, Florida, era de optimismo y buen humor tanto para los instructores de pilotos de combate como para los pilotos alumnos.
La guerra había concluido con la victoria absoluta de los Aliados.
Los Estados Unidos habían ratificado su condición de primera potencia absoluta en el planeta, y la sombra de la guerra parecía haberse disipado en un cielo tan puro corno el que se abría ante sus cabezas: azul transparente, con escasa nubosidad alta. Una temperatura de 18 grados Celsius soportaba muy bien la brisa liviana del Sureste cuya velocidad no sobrepasaba los 10 nudos. La visibilidad era excelente, el horizonte se marcaba con la precisión de un filo de bisturí.
A las 12:35, concluyendo los cafés de sobremesa, se comentaba sobre el curioso percance de desorientación que esa mañana le había ocurrido a una escuadrilla de instrucción. De manera inexplicable, les había sido imposible atinar el rumbo de regreso a la base de Fort Lauderdale, y habían tenido que utilizar un campo de alternativa 80 kilómetros más al norte.
¡Lástima, una calificación mala para el Teniente Instructor! No puede ser que un jefe de grupo, veterano en misiones difíciles de combate real, a menudo en tiempo borrascoso, viniera a desorientarse de ese modo aquí, en una mañana luminosa y sin ninguna clase de presiones contra su misión de entrenamiento.
Sin embargo, había ahí dos aviadores que no se sentían de buen humor. Uno era Allan Kosnar, veterano y valiente piloto fogueado en Guadalcanal, tripulando aviones mucho menos seguros que los modernos Grumman TBM3 "Avenger". El otro era el teniente Charles Taylor, jefe de la escuadrilla de instrucción, también un veterano de muchas acciones arduas y complejas; con una experiencia de 2.500 horas de vuelo en misión.
Ninguno de los dos estaba seguro de por qué sentían una aversión especial a salir aquella tarde al ejercicio de bombardeo naval previsto. Del teniente Taylor hay constancia de que a las 13.15 horas, es decir 45 minutos antes del comienzo del vuelo, presentó una solicitud para no participar en él. Como no daba razones válidas sino simplemente una suerte de "antojo", la solicitud le fue denegada.
El otro, Allan Kosnar, no cumplió con el Reglamento. Como estaba a pocas semanas de su retiro de la Aviación Naval, optó por "hacer la cimarra". No se presentó.
El informe meteorológico de la base fue positivo: buen tiempo, visibilidad óptima, sin variaciones en las próximas horas. Los mecánicos echaban la ojeada final a los flamantes aparatos.
A las 14:00 los cinco motores comenzaron a ronronear. Cada piloto conocía el sonido de su motor como uno conoce los ruiditos del automóvil. Los instrumentos verifican el funcionamiento de los servomecanismos y sistemas hidráulicos. De los sistemas eléctricos. De los aparatos de comunicación y de navegación.
La normalidad familiar de cada sonido, de cada lectura de instrumentos, debe haber tranquilizado el malhumor del propio Charles Taylor, pues se le oyó bromear por el radiotransmisor que estaba permanentemente conectado con la torre de control de la base. Nivel de combustible, lectura de tacómetro, temperaturas, presión del aceite...
A las 14.10 horas la escuadrilla despegó de acuerdo al plan de la misión; debían volar 300 kilómetros hacía el Este, hacer un ataque con torpedos contra un pontónblanco. Luego de una serie de maniobras de combate, una maniobra de fuga que los llevaría 75 kilómetros hacia el Norte. Finalmente el regreso a la base de Port Lauderdale. El total de la misión equivalía, contando los ejercicios de combate, a unos novecientos kilómetros de vuelo. La autonomía de combustible de los Avenger era de 1.800 kilómetros. Disponían, pues, de un ciento por ciento de tolerancia en cuanto a consumo de combustible. Por otra, parte, todos sabían que en un vuelo de crucero, volar en un Grumman TBM-3 resultaba lejos más seguro que ir en auto por una buena carretera.
A las 15:15, faltando sólo 45 minutos para el término de la misión del "Vuelo 19", cumplidas ya las tareas de combate, la Torre de Control de Fort Lauderdale esperaba la comunicación rutinaria sobre la hora de llegada de la escuadrilla. Recibieron en cambio una llamada sorprendente, era la voz del Teniente Charles Taylor. Sonaba tensa, desconcertada, pero sin trazas de pánico.
-FT-28 a Torre de Control. FT-28 a Torre de Control... Esta es una emergencia... FT-28 a Torre de Control, ésta es una emergencia.,
Verificado el contacto por radio, el Teniente Charles Taylor continuó: ...Parece que hemos perdido el rumbo. No podemos ver tierra. Repito... no podemos ver tierra.
-¿Cuál es su posición?
-No estamos seguros de nuestra posición. No podemos estar seguros acerca de dónde estamos. Parece que nos hemos extraviado...
-Tome el rumbo debido. Recto hacia el Oeste...
-No sabemos en qué dirección está el Oeste.
La voz de Teniente Taylor comenzaba, paulatinamente, a dejar traslucir un enervamiento mayor.
-Todo anda mal. Es extraño... No podemos estar seguros de ninguna dirección... Ni siquiera el Océano tiene un aspecto normal.
La Base de Fort Lauderdale estableció por radio contacto con las demás bases de la costa sudoriental de los Estados Unidos, hasta la Base Langley, en Maryland, incluyendo la gran base de Cape Hatteras, solicitando información meteorológica o referente a cualquier fenómeno que pudiera inducir a la desorientación de los pilotos. El buen tiempo "una tarde magnífica para volar" cubría toda el área. Otros vuelos de instrucción se cumplían sin contratiempos, y vuelos de rutina, tanto militares como comerciales, se estaban efectuando sin novedad en zonas muy próximas a aquella donde supuestamente debía encontrarse la escuadrilla en estado de emergencia.
Mientras tanto, por cierto que la frecuencia de radio destinada a emergencias se mantenía libre y abierta en forma continuada.
Tanto los aviadores como los hombres de mar han aprendido, por una amarga experiencia de dolor y muerte, la importancia de cumplir rigurosamente las disposiciones de seguridad. Un piloto necesita solamente ocho segundos para proporcionar a quienquiera que lo escuche la información precisa para que lo puedan encontrar y socorrer. Por el Canal de Emergencias, el hombre dirá, primero un número de 6 cifras, que corresponderá a su latitud con un margen de error de no más de cien metros. Un segundo número de seis cifras indicará su longitud con igual precisión. Un tercer número de tres cifras indicará la dirección en que se desplaza. Y finalmente indicará su velocidad. Esto, acompañado de la palabra MAYDAY, pone instantáneamente en movimiento todo un gigantesco aparato de auxilio que en un plazo mínimo se encontrará en el lugar señalado. En este caso, los números que el Teniente Charles Taylor debería haber dicho son los siguientes, aproximadamente: "MAYDAY... MAYDAY..:38-43-15... 68-12-46..curso 185... 240 nudos. MAYDAY, MAYDAY".
El tendría la certeza de que ningún radiotransmisor estaría interfiriendo su llamada de auxilio, pues esa frecuencia es casi sagrada para marinos y aviadores.
Dadas las distancias a las bases costeras, la escuadrilla habría debido recibir auxilio en menos de veinte minutos. Y ciertamente que eso lo sabían muy bien, no sólo Taylor, sino cada uno de los ocho tripulantes que lo acompañaban en la misión. Sabían también que esos excelentes aviones podían amarizar de emergencia sin sufrir grave daño personal. Los Avenger estaban estudiados para operar sobre el mar, y tenían una flotación garantizada de 90 segundos: En numerosos entrenamientos anteriores todos ellos habían comprobado que podían evacuar sus aviones, en caso de siniestro, en sólo 60 segundos. Por último, cada TBM-3 llevaba en la cola una balsa salvavidas que se desprendería inflada en cuanto el aparato se posara sobre el mar.
¿Por qué, entonces, ni el Teniente Charles Taylor ni ninguno de los demás pilotos transmitió el mensaje salvador?
La desorientación debe haber sido extrema. Deben haberse visto imposibilitados para establecer contacto con sus goniómetros hacia las radio-balizas de la zona, abundantes y seguras como los faros. Cuando un comandante avezado llega a reconocer que no está seguro de su posición, ni de su rumbo; es poque han fallado sus instrumentos y ni siquiera puede encontrar el sol.
Y de ello, lo más significativo es que hallan fallado los compases giroscópicos. A diferencia del compás magnético, que es muy sensible a cualquiera interferencia de magnetismo, el girocompás se basa en un principio inercial del giroscópico, que indica hacia el Norte como la brújula, pero no al Norte magnético sino el Norte verdadero, al Norte geográfico. Y la hace así por la sencilla razón de que la Tierra gira hacia el Este.
La única manera de que un girocompás deje de indicar con toda exactitud hacia el Norte, sería interrumpir la energía eléctrica que lo hace girar.
Y la energía eléctrica no se había interrumpido, pues los motores seguían funcionando lo mismo que el radiotransceptor.
En Fort Lauderdale la alarma cundía con la perplejidad.
La recepción radial se veía cada vez más interferida por ruidos de cargas estáticas intensísimas. Pero aún se lograba receptar a ratos las transmisiones de los Avenger. Sin embargo, resultaba evidente que los aparatos ya no lograban recibir las transmisiones de la Base. ¿Qué misterio era ese?
Lo normal, lo lógico, es que el avión reciba bien las transmisiones de tierra, cuya fuente es mucho más poderosa y dotada de antenas de alta eficiencia. Si la base lograba recibir las transmisiones de la escuadrilla, con mayor razón la escuadrilla debería estar recibiendo las transmisiones de la base.
Y sólo habían pasado I5 minutos desde la primera llamada del Teniente Taylor, cuya sigla, como Jefe de Vuelo, era FT-28.
A las 15.30 en Fort Lauderdale lograron recibir y grabar, como todo el resto de las transmisiones, el mensaje de uno de los aviones hacia otro, cuyo piloto era un joven alumno de nombre Powers, pidiéndole información sobre las indicaciones de su compás. Powers le respondió:
-No sé dónde estamos... Debemos habernos perdido cuando hicimos aquel último giro.
La voz del Teniente Taylor reapareció en medio del bullicio de la estática, tratando de comunicarse con el Capitán Stivers, instructor del Vuelo 19, pidiéndole también información a base de los girocompases de éste.
La respuesta de Stivers fue tajante:
-Los instrumentos míos están locos. El altímetro no funciona. La mira parece desenfocada... Mis dos compases han dejado de funcionar... Procuren seguírme visualmente. Estoy tratando de hallar Fort Lauderdale... Estoy seguro de que nos hallamos sobre los Cayos, pero no sé a qué altura...".
Otra voz en los transceptores de radio aconsejó volar rumbo Norte, tratando de guiarse por el sol.
La voz que le respondió puede haber sido la de Powers, que acotaba: -Pero si nada es normal... ¡ni el sol es normal ahora!
El muchacho si denotaba ya un verdadero miedo que, no obstante, lograba someter a fuerza de disciplina.
Nuevamente el Capitán Stívers: "Acabamos de pasar sobre una pequeña isla. No sé cuál pueda ser. No hay más tierra a la vista".
¿Es que estaban descubriendo islas donde no las hay?... En todo caso quedaba claro que no estaban sobre los Cayos y la escuadrilla completa habíase extraviado de verdad, puesto que no distinguían tierra.
A las 16 horas, los fragmentos captados mostraban desorientación completa. Ni siquiera sabían de cuánto combustible disponían. Ignoraban la hora. Cada girocompás indicaba un Norte diferente.
Con voz ya muy alterada, se oyó a Stivers:
-Mayday no sabemos dónde nos hallamos. Creemos estar a unas doscientas veinticinco millas al Oeste de la Base. Debemos haber pasado sobre Florida y encontrarnos sobre el Golfo. Intentaremos un cambio de rumbo de 180 grados para no alejarnos en exceso.
A partir de ese momento las transmisiones fueron debilitándose rápidamente. Algunos fragmentos deshilvanados pero inquietantemente significativos pudieron todavía captarse a intervalos.
Parece que estamos entrando en agua blanca... Completamente perdidos. Mayday... Mayday... respondan.
A las 16.05 se hizo contacto con un nuevo avión, un poderoso anfibio Martin-Marinen bimotor, con 10 tripulantes, preparado para amarízar y efectuar eficientemente cualquier misión de rescate en mar abierto. El potente aparato informó que, a 1.800 metros de altura, había fuertes vientos.
Fue el último mensaje que transmitió el avión de rescate. Sé había sumado a la lista de la inexplicable desaparición.

LA RAZÓN Y LO ANTINATURAL
Si nos extendimos bastante ha sido para que usted pueda apreciar lo extremadamente irracional de la desaparición de 6 aeronaves de guerra perfectamente equipadas para la supervivencia ante desastres naturales.
Uno de los portavoces oficiales de la Comisión Investigadora formada por el Pentágono para examinar este hecho, que fue un escándalo para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos, hubo de reconocer en conferencia de prensa:
"Esta pérdida... se presenta como un misterio completo. Es el misterio más extraño que jamás ha in­vestigado la Aviación Naval".
Otros miembros de la Comisión fueron igualmente cautelosos en sus declaraciones, aunque debieron admítir el fracaso de las pesquisas:
Capitán W.K, Wingard: "Los miembros de la Comisión no hemos podido ni siquiera llegar a formular alguna suposición aceptable acerca de lo ocurrido".
Uno de los participantes, comandante de la Guardia Costera de la Marina de U.S.A., admitió con lúgubre sinceridad:
¡No tenemos ni la menor idea sobre qué demonios ocurre allí!.
Y no era para menos. Conociendo la ruta a seguir por la escuadrilla, el área de búsqueda era relativamente limi­tada. Se la recorrió palmo a palmo y de hecho no se descuidó ni siquiera recoger fragmentos de basura tan pequeños como un guante de hule, un envase vacío de refresco y una camisa de mujer. Y nada de lo encontrado pertenecía a los seis aviones y diecinueve aviadores desaparecidos. Las playas fueron revisadas minuciosamente con igual resultado.
En esa región de aguas claras y tibias, entre las islas más lindas del planeta, había ocurrido lo que un indio piel roja del Norte calificó como "la medicina mala de Wendigo", refiriéndose al demonio legendario que se roba seres humanos y trineos, llevándoselos por los aires, volviéndolos invisibles, aunque los aterrorizados testigos puedan oír todavía sus voces de espanto que extrañamente se van volviendo delirantes, como si les embargara una euforia.
Como las últimas transmisiones del Teniente Taylor, captadas en Florida y guardadas en secreto durante más de veinte años hasta ser reveladas por el periodista Artie Ford:
"¡No vengan a buscarnos!... ¡No vengan a buscarnos!... Nos están llevando... exterior...". Y la transmisión se perdió dejando una sensación desoladora de lejanía.
Como es natural, semejante misterio y el fracaso oficial por encontrar una explicación, desencadenaron diversas reacciones. Por lo pronto, el nombre Triángulo de las Bermudas pasó a ser conocido en todo el mundo. Y sin embargo, un año antes, ya se había producido allí otra desaparición inexplicable.
Esta desaparición tuvo algunos caracteres especiales, según la refirió el Comandante Richard Stern, quien gobernaba uno de los siete grandes bombarderos pesados que el 19 de diciembre de 1944 volaba hacia Italia. El oficial relató que, a unos quinientos kilómetros al Oeste de las Azores, durante un vuelo nocturno con tiempo sereno y cielo despejado, su bombardero fue súbitamente atrapado por una especie de turbulencia de terrible poder, con tanta violencia que hizo que la enorme aerona­ve diera una voltereta, en la que la tripulación salió dis­parada hacia el techo. Luego fue succionado hacia aba­jo, y sólo acelerando al máximo los cuatro motores, Stern logró estabilizar su bombardero a punto de estrellarse en el océano. Temiendo tener averías, optó por retornar a su base en la costa norteamericana, don­de se encontró con que sólo su avión y otro que también regresó por las mismas razones, habían escapado del inexplicable fenómeno. Los otros cinco bombarderos desaparecieron sin dejar ni un rastro.
El relato del Comandante Richard Stern señala taxa­tivamente que el misterioso fenómeno de "turbulencia" se produjo sin transición alguna del más plácido vuelo a la vorágine incontrolable, como si una mano invisible se hubiera apoderado del avión. Igualmente, en cuanto estabilizo el aparato, el fenómeno desapareció, mostran­do que se producía en un área muy pequeña y desconec­tada del resto del aire nocturno. Enfatizó que en ningún momento hubo otro signo de mal tiempo, y que ese tipo de turbulencia no correspondía a ninguna otra que él hubiera experimentado antes o estuviera descrita en los textos de meteorología.
Como el hecho sucedió en tiempos de guerra, no se le dio publicidad alguna. Pero es la primera referencia a fenómenos por completo anormales. Stern describió a aquella "turbulencia" como "algo equivalente a lo que debe sentir una mosca atrapada en una aspiradora", y opinó que a él le había parecido que se trataba de algo artificial, por completo distinto de las más extrañas corrientes naturales del viento.
Esta opinión del Comandante Stern ha sido corrobo­rada posteriormente en forma oficial por la Marina de los Estados Unidos, particularmente ahora que se dispo­ne de los satélites de observación meteorológica capaces de detectar hasta las raíces mismas donde la tromba, el tornado o el huracán se forman a partir de las simples corrientes de aire de distinta presión y temperatura.
El Capitán S.W. Humphrey expresa:
"No se cree que exista una aberración atmosférica en esta zona, ni que haya existido en el pasado. Los vuelos de escuadrillas de aviones y los patrullajes aéreos se realizan con regularidad en esta región sin que se hayan producido incidentes".
El Cap. Humphrey confirma perfectamente lo detectable: no hay ninguna razón atmosférica. No hay causa natural alguna. Incluso, permanentemente, centenares de aviones y embarcaciones grandes y pequeñas cruzan la zona del Triángulo sin que "ocurran incidentes".
Los "incidentes", cuando ocurren, son por completo antinaturales.

ENFRENTANDO EL ENIGMA
Ante lo ántinatural queda el campo abierto para la imaginación y las fantasías más descabelladas. Con frecuencia, la ignorancia de observadores aficionados les lleva a sacar conclusiones absurdas y sostener teorías antojadizas. Incluso hubo quien sostuvo que las algas del Mar de los Sargazos serían los restos de las florestas de la Atlántida ¡adaptados a la supervivencia en un medio marino!
Necedades semejantes ciertamente provocan el rechazo de los observadores serios y dejan la sensación de que se ha hecho de un asunto grave e inquietante una torpe acumulación de supersticiones.
Hay quienes buscan monstruos marinos en el origen de las desapariciones. Ictiosaurios o plesiosaurios tragándose barcos y aviones.
Pero donde más confluyen las opiniones es en el campo de la perdida Atlántida y de los Ovnis, de estas suposiciones podemos decir que al menos presentan una serie de concordancias con los signos que se ha logrado recolectar en torno a las desapariciones y el destrozamíento de naves. Es comprensible que se busquen explicaciones aun en lo más irracional, pues el cerebro humano no ha sido concebido para aceptar que se violen sus marcos inmemoriales de referencia que llaman "los preceptores inconscientes". Y también es comprensible por la misma razón que otros opten por rechazar que allí haya nada anormal y que se trata solamente de acumulaciones de hechos fortuitos, de "coincidencias" que a veces pueden ser muy extrañas.
Lo que estas últimas personas ignoran es que la frecuencia con que suceden estos fenómenos inexplicables es tal que, de tratarse en verdad de puras coincidencias, estaríamos frente a un misterio todavía peor: el misterio de que en el Triángulo de las Bermudas las matemáticas dejarían de funcionar como tales. La repetición, cinco veces seguidas, de una combinación de factores casuales de sólo mil elementos (algo muy pequeño cuando se trata de fenómenos como éstos) sólo podría darse en una proporción de uno en mil billones. En otras palabras, entre una coincidencia así y la siguiente, deberían pasar unos 7 mil 500 millones de años. ¡Y la vida en nuestro planeta sólo tiene 3.500 millones de años!
Así, pues, la teoría de que se trata de coincidencias viene a resultar más irracional y atrabiliaria, más imposible que suponer que son los antiguos atlantes que sobreviven en el fondo del mar y que están haciendo trucos sucios con máquinas de tecnología súper avanzada.
Muchos de los observadores más dedicados y mejor preparados coinciden en señalar que podrían producirse allí aberraciones ocasionales de tipo magnético suficientemente intensas como para alterar la conducta de las ondas hertzianas y de la misma luz, sin contar los efectos en materias mucho más densas como el aire y el agua... o los objetos sólidos de un aparato:
Lo que estos observadores no explican es la aparente ausencia de efectos de tales fuerzas magnéticas en el organismo humano. Las aguas del cuerpo humano debe­rían alterarse en forma equivalente a las del océano; si hay variaciones en su tensión superficial, el efecto orgá­nico sería muy intenso y seguramente podría provocar la muerte de los sujetos sometidos a ellas. Lo mismo ocurriría si hay interferencias eléctricas que alteraran la conductibilidad y la polaridad de la electricidad dinámi­ca. Un cambio en la conductibilidad de las sinapsís del sistema nervioso central provocaría parálisis y eventual­mente muerte inmediata. Hasta ahora no ha habido una investigación de los fenómenos biológicos que pudieran relacionarse con los misterios del Triángulo de las Bermudas.
Pero debe reconocerse, en apoyo de los atlantes, los ovnis y las grandes energías electromagnéticas, que hay numerosos antecedentes que relacionan el Triángulo de las Bermudas con esos temas novelescos.
El geólogo alemán Otto Mucke, en su obra "La Atlántida" aporta pruebas científicamente consistentes en el sentido de que la célebre isla del Timeo platónico habríase situado en torno de las Azores, islas que corres­ponderían a las más altas cumbres del sector nororiente del subcontinente perdido. Pero sin importar mucho si aquella inmensa isla del Atlántico, que se hundió hace unos quince mil años, fue o no la Atlántida, el hecho mismo de tal catástrofe tuvo enorme importancia para el futuro de la humanidad.
La teoría de Otto Mucke consiste en que un objeto venido del espacio exterior golpeó la superficie terrestre con suficiente masa y velocidad como para atravesar el océano, el fondo marino y los estratos sólidos inferiores abriendo un cráter que alcanzaba hasta el magma de materia fundida en el corazón del planeta. Por dicho cráter chisgueteó hacia afuera un aterrador chorro de lava de gran presión, liberando una energía superior a la de diez mil bombas de hidrógeno, que levantó una columna de humo y vapor de agua hasta la estratósfera. Esas aguas vaporizadas, siguiendo la rotación de la Tierra, habrían originado, al enfriarse, el Diluvio Uni­versal. Asimismo, la lluvia de cenizas sobre el Atlántico habría cubierto vastas zonas del océano con masas de piedra pómez flotante, cuya aglomeración habría dado origen a las misteriosas "Islas Flotantes" mencionadas en tantas crónicas de navegantes antiguos. La última Isla Flotante fue descrita en el S. XVI, y corresponde al término de la lenta restauración de la piedra pómez con agua de mar y su rehundímíento al cabo de unos quince mil años.
Pero el efecto directo en la geografía fue el abolla­miento del subsuelo oceánico, formando fisuras y gran­des hundimientos. La plataforma continental americana muestra señas claras de hundimiento por la parte oriental y su correspondiente levantamiento por la parte occi­dental. Las altas y recientes cordilleras americanas, los Andes, muestran evidencias. de haber emergido desde el nivel del mar. Asimismo, la suave pendiente del fondo­ marino en el Atlántico indicaría él hundimiento que seguiría la "abolladura" en la zona comprendida entre las Bermudas y las Azores.
La desgracia de los Atlantes es que la parte abollada era precisamente la plataforma en que su Isla reposaba.
Aquel objeto del espació exterior halló la forma de ani­quilar la Atlántida, si es que era ella, sin provocar polución radiactiva.
El Triángulo de las Bermudas, así como la Corriente del Golfo que entibia las costas de Europa, el Mar de los Sargazos y las misteriosas ruinas sumergidas, de anti­güedad inconmensurable halladas en la zona, vendrían a ser efectos secundarios del hundimiento de la isla y del impacto de aquel poderoso objeto llegado del espacio exterior.

TESTIMONIOS DE LOS PROTAGONISTAS
Fuera de los testimonios arrojados por las transmisioness del Vuelo 19 y por el Comandante Richard Stern, hay otros testimonios que permiten acumular datos para describir mejor qué es lo que pasa, cómo se presentan las anormalidades.
El 7 de Julio de 1964, la piloto comercial norteamericana Carolyn Cascio transportaba a un pasajero desde Nassau hacia la isla Gran Turco. El vuelo se efectuó sin novedad hasta que llegó el momento de aterrizar. En la Torre de Control recibieron la llamada de la joven piloto: "No puedo encontrar la ruta. Algo extraño ha comenzado a ocurrir. Sé que debo estar ahora mismo sobre Gran Turco, pero me encuentro por completo desorientada. Estoy dando vueltas por encima de dos islas que no conozco, y allí debiera estar Gran Turco. No hay nada en esas dos islas. Ni nada donde poder aterrizar".
La muchacha mostraba gran presencia de ánimo, pero había realmente. ansiedad en su voz cuando preguntó con cierto dejo de esperanza infantil: "¿Hay alguna manera de salir de aquí?".
Numerosos observadores de Gran Turco testificaron que en esos momentos vieron un avión que daba vueltas y más vueltas, vacilante, por encima de la isla y sus hermosas construcciones. Súbitamente el avión dejó de verse u oírse. Carolyn Cascio, su pasajero y su avión, desaparecieron en la nada. Jamás se encontró rastro alguno.
En noviembre del mismo año, Chuck Wakeley, piloto de la Sunline aiviation, de Miami, tuvo la siguiente experiencia: "Me encontraba a 2.500 metros de altura, a unos 90 kilómetros de Andros, volando rumba a Nassau. Mientras me acercaba a las Bimini comencé a notar algo desusado, una especie de resplandor muy débil sobre las alas... las alas parecían transparentes y de un color verde pálido, azulenco, cuando en verdad eran blancas. Durante unos cinco minutos el resplandor fue haciéndose más intenso, tanto que me encandilaba y me costaba ver los instrumentos. El compás magnético comenzó a dar vueltas. Los instrumentos todos comenzaron a comportarse en forma absurda. De pronto el piloto automático pareció dar un brinco haciendo que el avión diera un violento giro a la derecha. Tuve que desconectarlo...".
El hombre describe en detalle la conducta de sus instrumentos que parecen "enloquecidos". Agrega: "pronto el avión entero resplandecía con luz emitida por el mismo avión. Ahora las alas brillaban fuertemente con su color azul-verdoso y además parecían cubiertas de un vello resplandeciente".
Según la descripción del piloto, su salvación se debió a que no trató de maniobrar. Desconectado el piloto automático, se fijó una recta y dejó que el avión volara. Al cabo de 15 minutos el brillo disminuyó hasta desaparecer. Entonces todos los instrumentos volvieron a la normalidad y pudo concluir su viaje sin novedad.
Completa su informe diciendo que son muchos los pilotos que han tenido experiencias semejantes, pero que nadie quiere hablar de ellas. "No es fácil hallar un buen trabajo de piloto comercial, ¿sabe? Uno no quiere arriesgarse a perder el empleo".
Queda para el usted sintetizar los síntomas descritos por aquellas personas que estuvieron en una u otra etapa del proceso de "desaparición" o el de "destrucción". Cabe agregar que en el caso de un CM con 36 personas a bordo, que llegaba a Miami el 27 de diciembre a las 04.45 horas, se comunicó alegremente con el Aeropuerto de Miami, anunciando su aterrizaje en diez minutos. Amanecer límpido, por la radio se oían los villancicos con que los pasajeros saludaban un nuevo día. El piloto volvió a establecer contacto diciendo que ya se veían las luces de Miami y se aprestaba a aterrizar. Terminó la alegre comunicación. El aparato desapareció en la nada, a la vista de cientos de personas.
Testigos que han participado en los rescates han coincidido en referirse a "extrañas luces" en el mar, y a "grandes formas oscuras" bajo la superficie. También ha habido coincidencia en señalar que se suele escuchar una especie de trueno, a pesar de que el cielo esté por completo despejado.
Hay cuatro testimonios de "grandes bolas de fuego lejanas".
Es decir, en aquellas ocasiones en que se producen las desapariciones misteriosas, en toda el área y muchas horas después de producido el percance, siguen advirtiéndose fenómenos anormales.
¿Será que las súbitas aberraciones, de corta duración, que con aterradora frecuencia se producen en el Triángulo de las Bermudas están dando signos de que allí hay un pliegue, una brecha entre nuestro universo y otro coexistente? Algunos creen eso.
Hace ya tiempo que los físicos modernos están estudiando los conceptos de "espacio", y no se desdeña en absoluto la posibilidad de que el nuestro no sea el único "espacio" posible. Que nuestro espacio comparta una o más dimensiones con otros espacios que contienen sus respectivos universos. Y al compartir algunos elementos, podrían producirse aperturas impensadas. Aperturas casuales o provocadas por la inteligencia de seres tecnológicamente muy avanzados.
Los Ovnis podrían quizás venir por esas brechas y no de otros planetas de nuestro mismo espacio exterior. O quizás los Ovnis, o muchos de los fenómenos que consideramos como "ovnis", sean el efecto de turbulencias y alteraciones de la materia y la energía al traspasar de uno a otro espacio.
No queremos caer en la tentación de proponer soluciones al Enigma. Buscar en él, pensar en él, es un desafío a la inteligencia y a la curiosidad, y a la ciencia.

miércoles, 28 de mayo de 2008

El Oráculo de Delfos

Delfos, la ciudad sagrada más famosa de la antigua Grecia, descansa a los pies de los pronunciados riscos del monte Parnaso. Miles de personas acudían desde sitios remotos para consultar el oráculo de Apolo, cuya pitonisa entraba en trance para predecir el futuro. El más influyente y respetado oráculo de la Antigüedad se hallaba en la Grecia central, en el templo de Apolo en Delfos, centro del mundo para los griegos primitivos. Según el mito, Zeus, padre de los dioses, soltó dos águilas en extremos opuestos del planeta y el punto donde se encontraron -Delfos- fue juzgado el centro y señalado con una piedra llamada omphalos, u ombligo.
En 1400 a.C., Delfos era una ciudad consagrada a Gea, diosa de la Tierra. Cuenta la leyenda que el lugar era resguardado por una enorme serpiente pitón, que Apolo, hijo de Zeus, mató. Luego Apolo levantó su oráculo en el lugar, con una sacerdotisa, llamada pitonisa, como vidente. En los siglos vil y v1 a.C., en pleno esplendor del oráculo, miles de peregrinos, ricos y pobres, viajaban para consultar a Apolo por intermedio de la pitonisa.
La travesía hasta Delfos, a 570 m sobre el nivel del mar, en las laderas del sur del monte Parnaso, era ardua. Algunos viajeros recorrían a pie el camino desde Atenas. Otros llegaban por barco hasta un puerto (hoy llamado Itea) de la costa norte del Golfo de Corinto y cruzaban una llanura hasta el monte Parnaso. Una vez allí, bordeaban la cuesta y seguían el Sendero Sagrado hasta el templo de Apolo.
En el santuario, sentada en un trípode de oro sobre una profunda grieta, la pitonisa -mujer de mediana edad, nativa de la localidad- profería el oráculo entre los frenéticos e incoherentes gemidos del estado de trance, inducido por la masticación de hojas de laurel o por la inhalación de vapores volcánicos tóxicos procedentes de la grieta abierta a sus pies.
Apolo efectúa su ofrenda. Hermes el mensajero se halla detrás de él, y su hermana Artemisa, tan elegante como mayestático es Apolo, enfrente.
Quién está tras ella es posiblemente la sacerdotisa pitia.
Artemisa ha vertido un líquido en el cuenco de Apolo y este lo vierte sobre el ónfalo, la piedra umbilical de Delfos, que era el centro de la Tierra.
Quienes acudían a consulta debían purificarse antes en las aguas de la fuente Castalia. Seguía luego un ritual que consistía en rociar una cabra con agua fría; si el animal se estremecía, podía sacrificársele para leer augurios en sus entrañas. El peregrino pagaba un óbolo y exponía su pregunta, escrita en una tablilla, al sacerdote de turno, quien, a su vez, la hacía llegar a la pitonisa. Su confusa réplica, emitida en voz ajena, era interpretada por el sacerdote, quien daba la respuesta en verso al suplicante. En el apogeo del oráculo eran necesarias tres sacerdotisas para atender todas las solicitudes.
El oráculo délfico era consultado para cuestiones políticas, particularmente el establecimiento de las colonias griegas, y para asuntos cotidianos como matrimonio, fertilidad o problemas de dinero. En ocasiones los anuncios eran directos; a Sócrates, por ejemplo, se le dijo que era el hombre más sabio de Grecia. Sin embargo, muchas otras respuestas eran sumamente ambiguas. Creso, rey de Lidia, preguntó acerca de las consecuencias de un ataque a Persia. La críptica respuesta fue que caería un gran imperio. El rey atacó Persia, pero el imperio que resultó destruido fue el suyo.
La reputación de imparcialidad del oráculo comenzó a decaer en el siglo V a.C., pues sus intérpretes se aliaban a ciudades‑Estado como Esparta y Atenas. En el siglo n a.C., Roma extendió su dominio hasta Delfos, y la influencia del oráculo se debilitó aún más. Cuando el emperador Juliano consultó el oráculo en 360 d.C., obtuvo esta respuesta: "Decidle al rey que el hermoso templo está en ruinas; Apolo no tiene techo con qué cubrirse; las hojas de laurel callan y fuentes y manantiales proféticos fenecen".
El oráculo de Delfos fue clausurado oficialmente por el emperador cristiano Teodosio en 385 y el culto de Apolo sucumbió ante la nueva religión. El lugar quedó sepultado bajo una ciudad. Sin embargo, la urbe y sus habitantes fueron desplazados en 1892 para que el arqueólogo francés Théophile Homolle pudiera emprender las excavaciones que pusieron al descubierto las ruinas que pueden admirarse el día de hoy.

martes, 27 de mayo de 2008

El Dorado, la ciudad de oro

La legendaria ciudad de El Dorado ha sido buscada por aventureros durante más de cuatro siglos en las selvas y montañas de América del Sur.
Nunca ha sido hallada, pues no existió, pero la imagen de un sitio de incalculables riquezas no ha perdido su poder de seducción.
Muchas expediciones españolas en la época de la conquista, se perdieron en las selvas, murieron a causa de extrañas enfermedades, picaduras de víboras y hambre, pero esto no detuvo a los obstinados adelantados, que buscaban su gloria personal y por sobre todo la riqueza material del oro.
Desde su descubrimiento, el oro ha obsesionado al mundo. Ello se debe en parte a su escasez: el oro extraído hasta la fecha en las minas del globo entero sólo alcanza las 100.000 t. Es también uno de los metales más constantes, pues no se corroe ni deslustra, lo que lo ha vuelto regalo de reyes, medida básica y símbolo de riqueza. Esta asociación con riquezas superiores a lo imaginable le dio un lugar en la realidad y la ficción, aunque también una categoría mítica. La más sugestiva leyenda sobre el oro -la de El Dorado, ciudad fabulosamente rica, donde incluso las ollas eran de oro- atrajo hacia América del Sur a generaciones de aventureros; todos quedaron desilusionados, como corresponde a la persecución de un mito. Como la mayoría de los mitos, el de El Dorado tiene parte de verdad, y su origen puede precisarse con bastante exactitud. En 1493, cuando Cristóbal Colón volvió de su viaje de descubrimiento relatando que había visto cantidades ilimitadas de oro, desató en Europa la fiebre de este metal precioso. Cincuenta años después, las cuantiosas posesiones de oro azteca, en México, e inca, en Perú, ya habían sido saqueadas por los conquistadores. Nadie en Europa que hubiese visto descargar barcos repletos de artefactos de oro, lingotes (muchos objetos eran fundidos para su transporte) y piedras preciosas dudaba de que el Nuevo Mundo fuera una magnífica fuente de riquezas. Se multiplicaron así los relatos sobre la suerte de los conquistadores. En 1530, por ejemplo, Francisco Pizarro exigió como rescate del emperador inca Atahualpa una habitación llena de oro y dos de plata, demanda que fue plenamente satisfecha.
En 1539, los españoles irrumpieron en territorio de los chibchas entablaron una interesada amistad y fundaron la ciudad de Bogotá.
Conocieron allí la ceremonia tradicional celebrada a orillas del lago Guatavita, al noreste, en homenaje al nuevo rey chibcha.
Se decía que aún vivían personas que habían presenciado la última de tales ceremonias en honor de un rey.
La ceremonia tenía lugar al amanecer, a fin de que el rey y su séquito saludasen al dios Sol. En un momento dado el rey, desnudo, era cubierto con polvo de oro para ser literalmente convertido en un hombre dorado, en "el dorado". Se le trasladaba entonces a una balsa de junco mientras sus súbditos ponían oro y esmeraldas a sus pies para que los ofreciese al dios Sol. Cuatro caudillos desnudos que llevaban sólo coronas, pulseras y joyas de oro se le unían en la balsa, portando cada uno de ellos una ofrenda. Cuando la barca llegaba a la mitad del lago, se izaba un estandarte en señal de silencio e inmediatamente después el rey y sus caudillos arrojaban sus ofrendas a las aguas.
La idea de tantos tesoros al alcance de la mano cautivó la imaginación española. En 1545, un intento por dragar el lago Guatavita no ofreció resultados, pero, obstinado, hacia 1580 un comerciante de Bogotá, Antonio de Sepúlveda, reincidió. Con el trabajo de 8.000 indios abrió una enorme brecha en la orilla, visible aún hoy. Un gran derrame bajó el nivel del lago unos 18 m, pero sus márgenes se derrumbaron y muchos trabajadores murieron. Mas Sepúlveda tuvo algún éxito, y al rey de España le fueron presentados un pectoral y un bastón de oro, así como una esmeralda del tamaño de un huevo, hallados en el lago.
Las cosas cambiaron un siglo después. Embellecido el relato, El Dorado dejó de representar a un personaje para convertirse en un sitio. Su emplazamiento también fue modificado: se le trasladó primero al bajo Orinoco y luego al Amazonas, a 2.400 km del lago Guatavita. Fue la leyenda lo que impulsó a los ingleses Walter Raleigh y Percy Fawcett, a los españoles Gonzalo Jiménez de Quesada y Sebastián de Belalcázar y al alemán Nicolaus Federmann a intentar la localización de la ciudad dorada.
El estudiante de leyes Gonzalo Jiménes Quesada fue tentado por la leyenda de El Dorado, tras presenciar en 1534, la descarga de lingotes de oro y plata que los españoles robaban a los Incas.
Emprendió así la búsqueda de esta ciudad por el resto de su vida. La actividad en el lago Guatavita, en buena medida infructuosa, se reanudó a partir de 1799, cuando un grupo de científicos dirigidos por el prusiano Alexander von Humboldt pasó 18 meses siguiendo el curso del río Orinoco, una de cuyas secciones corre por la frontera de Colombia y Venezuela, en lo profundo del territorio origen del mito. Informes sobre la existencia del lago suscitaron una nueva oleada de aventureros.
Cuando, en 1807, Humboldt retornó al lago y declaró públicamente que calculaba que en el fondo reposaban unos 500.000 objetos de oro, la búsqueda cobró renovado impulso.
El Inglés Percy Fawcett, mientras trabajaba en la definición de la frontera Brasil-Bolivia, supo en 1906 del mito de El Dorado. Volvió a la zona en los años 20 en busca de la ciudad, se interno en la selva con una pequeña expedición, pero desapareció en 1925. Todo indica que la mayor parte del oro y las joyas depositados en el lago Guatavita en las ceremonias del "hombre dorado" fue a dar al tesoro español en el siglo XVI. El último intento por drenar el lago, en 1912, dio como resultado unos cuantos ornamentos cuyo valor no compensó, con mucho, los costos de ingeniería. Por lo demás, quienes buscaron la ciudad de El Dorado estaban condenados al fracaso, pues a pesar de los volúmenes dedicados a describirla, la áurea ciudad no existió jamás.

lunes, 26 de mayo de 2008

Dilmun, El Reino Olvidado

Mientras clasificaba las tabletas cuneiformes asirias que se habían encontrado en 1880, sir Henry Rawlinson, el descifrador de esa escritura en forma de cuña, notó frecuentes referencias a una isla llamada Dilmun. Parecía haber sido un pequeño reino de algún punto de la periferia del imperio asirio. El rey asirio del siglo VIII a.C., Sargón, había perseguido al rey rebelde de Babilonia hasta los reinos meridionales de Caldea, que significaba el delta de los ríos Éufrates y Tigris, y Bit-Ialcin, en las márgenes del mar Amargo. Sargón conquistó Bit-Iakin hasta los límites del Dilmun. Al relatar la historia de la campaña, Sargón agregó: "Uperi, rey de Dilmun, cuya residencia está situada como un pez, a treinta horas dobles de distancia en el medio del mar del sol naciente, se enteró del poder de mi soberanía y envió sus obsequios".
Senaquerib, hijo de Sargón y sucesor que imperara hacia el 705 a.C., brinda en sus Crónicas otros indicios para la ubicación de Dilmun. Senaquerib conquistó Bit Iakin y llegó al mar, por lo que los habitantes de los pueblos costeros tomaron embarcaciones y escaparon a Elam cruzando el mar. El reino de Elam estaba en el lado persa del Golfo Arábigo. Entonces, Bit-Iakin se hallaba en la costa arábiga y Dilmun estaba más adelante sobre la costa. Su rey vivía en una isla "como un pez" en el medio del mar, a unos tres días de viaje del probable punto de partida de Sargón en la Mesopotamia inferior, porque esa parece ser la explicación de un viaje de "treinta horas dobles", o sesenta horas de navegación. Los pueblos de la Mesopotamia llamaban al Golfo Arábigo el Mar Inferior, el Mar Amargo y el Mar del Sol Naciente.
Que Dilmun era bien conocido como puerto y centro comercial 2.000 años antes de los tiempos asirios, está demostrado por la tableta de Ur-nanshe, el rey de Lagash, quien afirmó hacia el 2520 a.C.: "Las naves de Dilmun, que vienen de tierras extranjeras, me traen madera como tributo". Un emperador aun más antiguo, Sargón el rey sumerio de Akkad, se refirió a su conquista de Dilmun en el "Mar Inferior".
A medida que fueron apareciendo más y más tabletas y se las descifró, se hizo evidente que para la gente de la Mesopotamia, Dilmun había sido una tierra de peculiar importancia, que ocupaba un lugar singular en su mitología. Himnos y sortilegios asociaban Dilmun con una variedad de dioses, incluidos "El dios Inzak y el dios Nabu ". Aun más significativo fue el descubrimiento en 1872 del relato asirio del diluvio, yen 1914 el de la mucho más antigua versión sumeria. La relación de Dilmun con la historia del diluvio universal requiere explicación.
En la versión asiria, encontrada en una tableta de la biblioteca del rey Asurbanipal, Gilgamesh, el semimítico rey de Erech, que ha pasado muchos años en busca de la vida eterna, visita al único mortal a quien se le ha garantizado la inmortalidad, el sobreviviente del diluvio,
Ut-nápishtim. Éste le cuenta a Gilgamesh la historia del diluvio y cómo él y su esposa han sido enviados por íos dioses a vivir alejados de la desembocadura de los ríos gemelos.
La anterior versión sumeria es más útil. Se la halló en el templo de Nippur entre 35.000 tabletas que databan de antes del año 2000 a.C. Los sumerios fueron los más antiguos entre los pueblos de la Mesopotamia, los predecesores de los babilonios y los asirios semíticos. La excavación de sír Leonard Woolley en Ur, donde halló el estrato de barro de 45 metros depositado por una gran inundación, ubica el diluvio en la época sumeria, posiblemente hacia 4250 a.C.
El héroe del diluvio sumerio se llama Ziusudra. Enlit era el primero entre los dioses, el dios patrono de Nippur. Anu era otro dios. La historia de Ziusudra es similar a la que Ut-napishtim narrara a Gilgamesh. Relata que: "Anu y Enlit apreciaban a Ziusudra, vida como la de un dios le dan, aliento eterno como para un dios le traen. Luego Ziusudra, el rey, el conservador del nombre de la vegetación y de la semilla de la humanidad, recibe orden de vivir en la tierra del cruce, la tierra de Dilmun, el lugar donde el sol nace".'
Si bien el significado de "la tierra del cruce" es oscuro, el relato ubica a Dilmun en el Mar del Sol Naciente, uno de los nombres del Golfo Arábigo, en algún punto "a la distancia", como lo describe Ut-napishtim, de la desembocadura de los ríos.
Dilmun es identificada como el hogar eterno de los antepasados inmortales de toda la humanidad, adonde Gilgamesh fue a buscar la vida eterna. Otro texto hallado en Nippur explica por qué los dioses habían elegido Dilmun como hogar del hombre al que habían salvado del diluvio. Ese poema mitológico se titula "Enki [o Enlit] y Ninhursag". Además de ser dios patrono de Nippur, Enki era también el "Dios del abismo".
Los sumerios creían (como veremos, en parte justificadamente) que la tierra y el mar se apoyaban sobre un mar inferior, un mar de agua dulce al que llamaban Abuzu, o el abismo. Los dos mares eran diferentes. El agua salada de uno impedía que se mezclaran. El Abuzu era la fuente de toda el agua dulce, de ríos, corrientes subterráneas y pozos. Enki era el soberano y el guardián de ese mar de agua dulce. Los hechos del mito tienen lugar en Dilum, que es reiteradamente descrito como una "tierra santa". Allá no hay animales de presa, ni enfermedad, ni vejez.
En Dilmun el cuervo no grazna, el ave salvaje no emite el grito del ave salvaje, el león no mata, el lobo no arrebata al cordero, desconocido es el perro salvaje que devora cabritos, desconocido es el verraco que se traga el grano. La malta que la viuda esparce sobre el techo... los pájaros del cielo no se la comen. La paloma no inclina la cabeza. El de ojos enfermos no dice "Tengo ojos enfermos", El de cabeza enferma no dice "Tengo la cabeza enferma", su vieja mujer no dice "soy una mujer vieja", su viejo esposo no dice "soy un hombre viejo".
Dilmun necesitaba agua dulce. Enki ordena su provisión. Su hija, Ninhursag, cultiva ocho plantas, una de las cuales envenena a su padre. Ella se retira de la compañía de los dioses y amenaza no volver hasta que Enki muera. La persuaden para que lo cure, cosa que ella hace dando a luz ocho dioses y diosas, el último de los cuales se llama Enshag, nombre surnerio para el dios Inzak, quien impera con Nabu sobre Dilmun.
El mito demuestra que en el amanecer del tiempo, Enki había sido el dios original de Dilmun y había bendecido la tierra con agua dulce, con salud y juventud eterna. Correspondía, entonces, que Ziusudra, después de su salvación del diluvio, hubiese hecho su residencia en la tierra bendita donde se desconocía la muerte. Allí
él o su homónimo Ut-napishtim es visitado por Gilgamesh, quien busca el secreto de la juventud eterna. Cómo él lo encuentra o lo pierde, tiene su peso en la identificación de Dilmun.
Ut-napishtim le indica a Gilgamesh cómo encontrar la flor de la inmortalidad. Crece en el fondo del mar y en las aguas dulces del abismo. Instruye a Gilgamesh para que se ate piedras a los pies y, con ayuda de estas, se hunda en el fondo del mar y corte la flor mágica. Renovará su juventud si la come. Gilgamesh sigue las instrucciones de Ut-napishtim, corta la flor y vuelve a la superficie con el elixir de la vida, la perla, el antiguo símbolo de la pureza y, según el poema indio atharvan, "nuestro amuleto que da vida". La historia de Gilgamesh tiene un triste final, que recuerda el Génesis. Decide llevar la flor a su hogar en Erech para poder compartirla con los ancianos de la ciudad. Mientras duerme, sale la serpiente de la charca y se come la flor. De esa manera el reptil engaña al hombre y adquiere la inmortalidad. Cada año la serpiente cambia de piel y recupera su vigor.
Las antiguas referencias sirven de mucho para identificar a Dilmun como la moderna isla de Bahrein, tal cual lo ha deducido Rawlinson después de leer una inscripción referida a. Inzak, el dios de Dilmun, descubierta allá en 1879 por el capitán Durand. Bahrein es el centro mundial de la pesquería de perlas y su nombre árabe significa, según el Corán, "el lugar de encuentro de las aguas, la una fresca, dulce y agradable de beber, la otra salada y amarga". Bahrein es famosa por sus manantiales de agua dulce que surgen de los máres que rodean la isla, el antiguo abismo.
Geoffrey Bibby se sintió intrigado por la tentativa de Rawlinson de identificar Dilmun como Bahrein, cuando trabajó allá como ejecutivo de una compañía petrolera. Las decenas de miles de montículos sepulcrales que cubren el desierto también habían despertado su interés. Cuando estudió los antiguos textos quedó convencido de que la identificación de Rawlinson había sido correcta. Pero aún debía ser probada. Eso sólo podía hacerse por medio de excavaciones. Bibby volvió a su patria, Dinamarca, donde interesó en su teoría al profesor Peter Glob, director del Aarhs Museum. Ellos consiguieron reunir el dinero necesario para que el equipo arqueológico viajara a Bahrein en 1953. Bibby ha contado la historia en su libro, cautamente titulado Looking for Dilmun [En busca de Dilmun] (Collins, 1970).
El jeque de Bahrein recibió de buen grado a los arqueólogos que deseaban desentrañar el famoso pasado de su país y les brindó su ayuda económica. Les resultó difícil saber dónde empezar entre los 100.000 montículos sepulcrales, que sugerían que la pequeña isla una vez había tenido una población grande y próspera. Un gran montículo próximo a la aldea de Barbar atrajo la atención de Glob porque los nativos lo llamaban tel, el nombre árabe para una ciudad sepultada. Tenía 4,8 metros de altura y cubría 3.344 metros cuadrados. Mientras caminaba a su alrededor Glob observó los extremos de dos piedras que salían entre la arena. Las extrajo y halló dos bloques que pesaban casi tres toneladas cada uno. Estaban sobre un piso de caliza que llevaba al interior del montículo. Una zanja de 4,8 metros de ancho abierta en su centro reveló tronchos de antiguas paredes, más allá otros pisos, más paredes y una escalera que conducía a una plataforma elevada.
Glob había descubierto un complejo de templos, o más bien tres templos sucesivos que habían sido construidos uno sobre el otro. Parecía que se había intentado oscurecer el templo superior llenándolo de arena. La arena había sido colocada en gran cantidad y mezclada con yeso para unirla. Eso no era la acumulación de materiales por la acción meteorológica durante siglos. Debajo de esa estratificación había un segundo templo, más grande, de forma de ziggurat, la típica estructura religiosa mesopotámica. Se accedía mediante una escalera de piedra por un lado y una rampa de piedra por el otro. El tercer edilicio, que era el más antiguo, consistía en un patio interno, rodeado por una pared, en el que se erigía un altar pétreo. Varios objetos databan esa estructura hacia el año 2300 a.C., el período culminante de la civilización sumeria. Incluían cacharros de cerámica de tipo mesopotámico, cabezas de hacha, un vaso de alabastro, figurillas de cobre, copas de cerámica y una magnífica talla de la cabeza de un toro. Presentaba un notable parecido con una talla similar hallada por sir Leonard Woolley en Ur. Siete sellos cilíndricos, que representaban a un dios sentado en un banco, indicaban una estrecha relación con los sumerios. Otros sellos, de forma cuadrada, se parecían a los de la civilización india.
Glob y Bibby evitaron extraer conclusiones prematuras. El templo de Barbar indicaba una influencia sumeria. Pasaron a otro sitio, un montículo de 209.000 metros cuadrados en Qulaat. Fue el jeque quien sugirió la búsqueda, ya que su posición sobre un terreno elevado junto a la costa lo tornaba un punto ideal para un fuerte o una ciudad. ¿Estaría la antigua capital dentro del montículo? El tel medía 550 metros de este a oeste y 275 metros de norte a sur. Dos años de excavaciones descubrieron estratos superpuestos de edificios. Bibby se consoló pensando que Woolley había trabajado en Ur durante doce años sin descubrir más que una fracción de la ciudad sumeria. El montículo de Qulaat tenía un tamaño igual a dos tercios del montículo que había cubierto Ur. Bibby no tenía idea de cuánto podía llevar hacia atrás en el tiempo. Saberlo implicaría muchos años de fatigosa excavación.
El equipo comenzó por cavar profundamente en el centro del montículo. A los 90 centímetros aparecieron paredes macizas. A medida que seguían cavando, las pa redes continuaban hacia abajo. Cuatro años de excavación revelaron un palacio a nivel del suelo. Era una cáscara sin techo a la que habían caído artefactos de los niveles superiores. Eso la tornaba difícil de datar. Los objetos de períodos posteriores de ocupación sugirieron la fecha de 703 a.C., el período de la dominación asiria en la Mesopotamia, época de la expedición de Sargón a los límites de Dilmun. El palacio inferior debió construirse unos 1000 años antes, en la época de Sargón el anterior, el rey sumerio que sabía de Dilmun.
Un notable descubrimiento debajo del piso del palacio pareció vincular definitivamente a este con el primer período de Dilmun. Los arqueólogos desenterraron siete urnas que contenían esqueletos de serpientes y una pequeña cuenta, una obvia asociación con el héroe del diluvio. Las serpientes poseían un significado religioso o mágico y se las enterraba debajo del piso del palacio como poderoso seguro contra la vejez y la muerte. La serpiente y la perla habían sido símbolos de la exención de la enfermedad y la muerte. En Dilmun la serpiente se había comido la flor de la inmortalidad de Gilgamesh, la perla. Las urnas pueden haber contenido originalmente perlas. Formada por la ostra a partir de materia orgánica, la perla se desintegra con el tiempo. Posteriormente Bibby halló perlas con los esqueletos de serpientes. Ese descubrimiento sugirió que Ut-napishtim, o Ziusudra, había sido una leyenda viviente cuando se construyó el palacio. Esa pudo haber sido la residencia del héroe del diluvio.
Otro sitio, en la costa sudoeste de la isla, proporcionó confirmación adicional. Cerca de la playa Bibby halló grandes pilas de valvas de ostra, los restos de siglos de pesca de perlas en los antiguos días en que los pescadores llevaban las ostras a la costa para que se secaran y abrieran, costumbre que luego desecharon en favor de abrirlas a bordo y arrojar al mar las valvas inútiles.
Deberán pasar muchos años antes de que los daneses puedan afirmar de manera definitiva que han encontrado Dilmun. Uno de sus descubrimientos ha provocado controversia: su afirmación de que han hallado sellos de un tipo similar a los de Ur y de Mohenjo-daro y Harappa en el valle del Indo. Ellos corroboran que las civilizaciones del Indo estaban influidas por las mesopotámicas y que Dilmun servia como almacén de comercio entre ellas. Esos sellos parecen ajustarse a ambas culturas y sugieren que los comerciantes de Dilmun crearon sus propios sellos, o símbolos para el comercio, para facilitar sus operaciones internacionales. De ese comercio marítimo sus cien mil muertos enterrados derivaban su prosperidad hacia la época en que Ziusudra fue a gozar de su inmortalidad en esa isla. Fueran de quienes fuesen esos esqueletos, ninguno puede ser el de Ziusudra. El vive para siempre como el más famoso ciudadano de Dilmun.

viernes, 23 de mayo de 2008

Chartres

La monumental catedral gótica de Nótre-Dame domina el pequeño poblado de Chantres. La inspiración de su diseño intriga a los historiadores.
La magnífica catedral del siglo XII de la ciudad de Chantres, al norte de Francia, es un antiguo enigma. Gran acertijo, conjetura indemostrable formulada en bloques de piedra y vitrales magistralmente trabajados -a 800 años de distancia siguen deslumbrando a sus visitantes-, no permite que nadie escape a su hechizo. Los cristianos siguen celebrando allí sus ceremonias, y arquitectos e historiadores la visitan con el afán de desentrañar su misterio. La construcción se inició en 1194, después de un incendio en la zona.
El lugar que ocupa Notre-Dame (no se debe confundir con la célebre catedral de París) servía de antiguo a intereses espirituales. En la prehistoria se erigió allí un dolmen (dos o tres voluminosas piedras en bruto rematadas por otra, plana) para aprovechar la energía terrestre; quien entraba a aquel recinto salía revitalizado por las fuerzas naturales de la Tierra. Provisto también de un pozo y un montículo, el lugar se consideró sagrado tiempo después.
Aún en épocas precristianas, los druidas (sacerdotes celtas de Galia y Britania) fundaron en Chantres una universidad para difundir sus enseñanzas. Obedeciendo a una visión profética, esculpieron en madera la estatua de una virgen y un niño, a la que llamaron la Virgen bajo la tierra. Descubierta por los cristianos en el siglo III, la veneraron como la Virgen Negra, pues se había oscurecido con el tiempo. Se inició así la tradición de erigir en ese lugar sagrado iglesias en honor de Nuestra Señora; la obra maestra gótica que conocemos es la culminación de todas ellas.
Abundan las teorías sobre la inspiración de la catedral. Según la leyenda, los caballeros templarios originales obtuvieron en Oriente avanzados conocimientos arquitectónicos, con los que fue posible construir el templo. Persuadidos por Bernardo de Clairvaux, fundador de la orden monástica cisterciense, nueve caballeros franceses abandonaron sus posesiones materiales para ir en busca de los "secretos" supuestamente ocultos en el Sagrado Santuario bajo las ruinas del templo de Salomón, en Jerusalén. Durante su búsqueda de 10 años se sospechó que los caballeros se habían iniciado en el ocultismo. A su vuelta a Francia en 1128, se rumoreó que habían encontrado el arca de la Alianza, cofre que contenía los secretos de la ley divina referentes a números, pesas y medidas, entre ellos el Número Dorado, 1,618. La escala 1:1,618, Sección o Proporción Dorada, era considerada de especial valor estético y rigió en gran medida el arte y la arquitectura del Renacimiento, así como las de periodos posteriores. El retorno de los caballeros coincidió con el florecimiento de la arquitectura gótica en Europa, de modo que la construcción de la primera catedral de Chantres comenzó seis años más tarde. En tres décadas, mamposteros, vidrieros, escultores, geómetras, astrónomos y otros artesanos crearon un templo inmenso, cuyas proporciones, orientación, posición y simbolismo han estimulado desde entonces la imaginación de sus visitantes, y confortado su espíritu. El "centro sagrado" de la catedral descansa entre el segundo y el tercer vano del coro. Allí se alzaba originalmente el altar. A unos 37 m debajo se sitúa el nivel del agua en el pozo de los druidas. El pináculo de la bóveda gótica de la catedral se levanta exactamente a la misma distancia sobre el centro sagrado.
Unas 2000 esculturas adornan los pórticos de Notre Dame. Las actitudes naturalistas y la mezcla ocacional de temas sagrados y seculares son características góticas distintivas. No se conoce la identidad de la mayoría de los artesanos medievales que las crearon, pero se pueden encontrar características y elementos propios de las figuras de Chartres en las esculturas de las catedrales de Angers, le Mans, Bourges y Senlis, lo que hace pensar en que pudieron tener ciertas manos particulares como orígen común.
Se ignora si esta simetría fue intencional o casual, lo que no disminuye la fuerza espiritual del lugar. Se dijo que poseía el poder de transformar ala gente y de transmutarla a un estado espiritual superior, tal como los alquimistas convertían el metal en oro. Los peregrinos que accedían al umbral del santuario, la Gran Puerta Occidental, se sentían en efecto más erguidos y exaltados. Se diría que el interior de la catedral provoca un efecto de elevación, que dispone al cuerpo a recibir las misteriosas energías que emanan de la tierra y la inspiración divina de lo alto.
Tal vez el significado espiritual de Nótre-Dame no sea revelado jamás, pero su trascendencia histórica es evidente en sus muchas imitaciones, como las de Reims, Amiens y Brujas. Pero aunque estas catedrales poseen quizá mayor valor arquitectónico, son incapaces de quitarle a Chartres su fascinación excepcional.

jueves, 22 de mayo de 2008

Camelot

La ilusión de Camelot, dorada ciudad de paz y armonía, sedujo por vez primera la imaginación popular en la Edad Media, entre guerras y enfermedades. El deseo de que esta ciudad ideal haya existido ha inspirado la búsqueda de un lugar verdadero que pueda identificarse como Camelot. El reino mítico de la leyenda artúrica ha cautivado al mundo durante ocho siglos. En su centro se alzaría Camelot, la encumbrada ciudad en la que el rey Arturo alojaba a su corte y se sometía, junto a sus caballeros, a los códigos de la caballería y el amor cortés.
El nombre "Camelot fue acuñado por el poeta francés del siglo XII Chrétien de Troyes. Inspirado por los trovadores de la corte de Leonor de Aquitania, había introducido en la historia de Arturo el tema del amor cortés, según el cual una dama podía convertirse en el objeto de devoción de un caballero (le honor, dedicado a ella.
Los caballeros disponían así (le motivos para sus hazañas, y las historias cobraban gran seducción para las damas.
El Camelot de Chrétien reposa en un sitio atemporal de bosques y castillos encantados, de magia y maravilla. Los caballeros emprendían desde allí sus aventuras, rescatando a damas en desgracia, corriendo peligros físicos y sobrehumanos y regresando satisfechos a Camelot. Síntesis de estabilidad en un mundo impredecible, simbolizaba la civilización contra la barbarie, el orden en medio del caos, un futuro prometedor y un pasado glorioso.
La historia de Camelot empieza y termina con Arturo. Ciertas pruebas indican que tras el legendario rey estuvo una persona real, un caudillo británico del siglo V que tuvo a raya a las tribus germanas tras la partida de los romanos. Consumada la conquista sajona, los relatos sobre el guerrero se integraron en la tradición céltica y circularon durante generaciones entre los habitantes del oeste de Inglaterra, Gales y Bretaña, fuera del alcance sajón. Así, la búsqueda de Camelot se inició en los territorios celtas.
El historiador Geoffrey de Monmouth fue el primero en popularizar a Arturo, en el siglo XII. En su versión, la corte del rey ocupaba Caerleon, en Gales del Sur, sede de una importante fortaleza y un anfiteatro romanos. En el siglo XII aún eran visibles las ruinas de una magnífica ciudad, así que su elección del sitio es explicable. Caerleon se alza en el río Usk, una posible vía de acceso para reyes y reinas a la ciudad de dorados palacios de Arturo.
El castillo de Cadbury en Cadbury del Sur (Somerset) es el emplazamiento más probable de Camelot. En el periodo en el que supuestamente vivió Arturo, se alzaba allí la mayor de las fortalezas británicas, cuartel de un rey con incomparables recursos. El primero en identificar a Cadbury con Camelot fue John Leland, anticuario del rey Enrique VIII, quien escribió: "En el extremo sur de la iglesia de Cadbury del Sur se elevaba Camelot, famosa ciudad o castillo antiguo...".
Algunas huellas arqueológicas apoyan la afirmación de Leland. En las excavaciones de los años sesenta, conducidas por el arqueólogo Leslie Alcock, se descubrió que la fortaleza de la Edad del Hierro de Cadbury del Sur, fue remozada y vuelta a ocupar a fines del siglo V, en tiempos que coinciden con los de Arturo. Construida en el siglo I a.C., fue atacada por los romanos en 83 d.C. y abandonada 400 años hasta su reconstrucción. Sobreviven apenas unos cuantos indicios de las estructuras de madera, entre ellas un salón de 19 m de largo. ¿Podría tratarse del recinto que albergó a la Mesa Redonda?
Otra opción muy aceptable sería el castillo de Tintagel, en la costa norte de Cornwall, presunta cuna de Arturo. Un castillo se alza allí desde 1145, muy reciente para ser Carnelot, pero ciertas excavaciones revelaron que un monasterio celta ocupó el lugar, y trozos de cerámica hallados allí indican que estuvo habitado en el siglo V. Exista o no relación entre Camelot y Tintagel, sus supuestas evocaciones artúricas siguen atrayendo a los turistas.
La historia del rey Arturo más conocida actualmente es La Morte d'Arthur (1485), de sir Thomas Malory, quien identificó a Camelot con Winchester debido, simplemente, a que ésta fue la capital sajona de 849 a 1066. Otra tradición sostiene que Arturo vivió en el norte de Britania, en un reino llamado Dalriada (hoy Argyll), y que la batalla de Camlan (la última de Arturo) tuvo lugar en Camboglanna, fuerte romano en la Muralla de Adriano.
La incertidumbre sobre el emplazamiento de Camelot se debe probablemente a que, lo mismo que su gobernante, sólo existió en la imaginación de los cuentistas. Si fue real, el castillo de Cadbury sería la sede más factible. Pero el verdadero atractivo de Camelot radica en lo que representa: un lugar regido por la valentía y el honor, donde el fuerte defendía al débil e imperaba la armonía. No en vano el poeta Tennyson escribió sobre Camelot: "La ciudad no se halla en ningún sitio, pero sí su visión".

LA HISTORIA DEL REY ARTURO
El rey Arturo fue mencionado por vez primera en un poema galés del siglo X, pero popularizado por Geoffrey de Monmouth en el XII. Varios elementos fueron añadidos a la leyenda el amor cortés por Chrétien de Troyes, el Santo Grial por Robert de Boron, y fundidos finalmente por sir Thomas Malory.
El Arturo de Malory corresponde a la tradición heroica, en lucha contra quienes pretendían apoderarse de su reino. Educado por el mago Merlín, supo de joven que era el verdadero heredero del trono al extraer la espada Excalibur de una piedra, proeza que nadie había podido realizar.
Otra versión de la historia afirma que la espada le fue entregada por la Dama del lago. Después se casó con Ginebra, recibió la Mesa Redonda como parte de la dote y corte en Camelot.
Los caballeros eran sometidos a pruebas de valor, que culminaban en la búsqueda del Santo Grial. Sin embargo, el amor de Ginebra por Lanzarote, el mayor de los caballeros, significó la caída de Arturo. Ida la armonía Mordred sobrino del rey intentó
hacerse con el poder. Este y Arturo se enfrentaron en la batalla de Camlan, donde ambos fueron aniquilados, y con ellos, el reino de Camelot.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Rasputin

Grígori Efímovich o Yefímovich Rasputín, conocido como El Monje Loco; nació el 29 de julio de 1872 en Pokróvskoie (Siberia), Rusia, fue considerado por sus contemporáneos como un Monje, aventurero y cortesano ruso.
De origen campesino y sin ninguna formación creció en un hogar humilde y católico. De muy pequeño sentía que la virgen María le llamaba y le hablaba. Su madre apoyaba estas ideas y colaboró para que sus visiones se hicieran populares en la región. Predicó el futuro y decía sentir la unión entre la virgen María y el hombre.Dice quien le conoció, que era un hombre de talla alargada y muy fuerte, así como su carácter ciclotímico. Le apasionaba tanto las mujeres como el vino.
Tenía algunos conocimientos sobre ciencias denominadas ocultas y prohibidas, aprendió a hipnotizar a la gente con su mirada y hacer que hicieran lo que él deseaba.
Con menos de veinte años se casa con Proskovia Fyodorovna. Por entonces su vocación religiosa se vio temporalmente apartada justo hasta unos años después de ser padre de cuatro niños. abandonó a su familia en 1901 y viajó a Grecia y a Tierra Santa para poder formarse junto a monjes ortodoxos, en esta estadía se conoce que entro en una sociedad secreta, tal vez la masonería rusa, donde cultivo su formación intelectual y mística.
De camino a su madre Rusia, mendigó por los campos y los campesinos le ofrecían cobijo y comida. Dicen que él pagaba la ayuda ofrecida por los más pobres, ayudándoles a mejorar o a curar sus enfermedades y preocupaciones. Su fama de sanador y hombre que rosaba la santidad se mezclaba con sus comportamientos licenciosos y de perversión sexual, eran muy famosas, sus reuniones con cortesanas y simples campesinas con las que organizaba orgias, donde el vino y el opio abundaban.
Pero la verdadera fama de Rasputín llegó cuando se instaló en 1903 en la ciudad de St. Petersburgo, la segunda ciudad en importancia después de Moscú, allí se instaló en una pequeña habitación de una pensión que consiguió gratuitamente a cambio de proteger con sus poderes a la posada, desde este lugar prosiguió con su ayuda hacia los más necesitados. Con el paso de los meses, fue su fama creciendo y tuvo acceso a codearse con muchas familias de clase alta en la ciudad.
El inspector de la Academia de Teología en St. Petersburgo, monseñor Teofán, fue uno de sus amigos más cercanos y con quien pasaba noches en vela discutiendo sobre religión y ciencias ocultas.

Situación político social de Rusia
Antes de continuar con la parte más impactante de la vida de este personaje, tenemos que mencionar cual era la situación de la Corona rusa en esta época.
La crisis social era muy dramática, las brechas sociales entre ricos y pobres era un abismo, los campesinos trabajaban todo el día solo por la comida, la educación era un privilegio de las clases altas, la industria estaba muy lejos de ser importante, tan solo Moscú y St. Petersburgo concentraban el 100% de la industria.
La monarquía rusa estaba en manos del Zar Nicolás II, quien tenía todos los poderes, decretaba las leyes, designaba los ministros y tenía incluso la autoridad religiosa. Su intolerancia a los cambios era total y solo contestaba a las protestas con represiones armadas que dejaban muertos entre los manifestantes, generalmente obreros que comenzaban a perfilarse dentro del socialismo.
En 1905, en st Petersburgo, lugar donde residía Rasputín, se produjo una de estas manifestaciones que terminó con la muerte de cientos obreros en manos del ejército ruso, este episodio se denomina en la historia como Domingo Sangriento. A partir de aquí, cambia la visión del zar como benefactor por la de un tirano contra el que se dirige el odio popular. Se dice que Rasputín apoyo la idea de la manifestación y que incluso participó en muchas reuniones de obreras y sus ideales socialistas.

Nicolás II El Zar
Había subido al trono en 1894, se casó con Alejandra Fiodorovna, Del matrimonio nacieron cinco hijos: Olga, Tatiana, María, Anastasia, y Alexis. Este último, heredero de la corona (ya que fue el único varón), sería, por azares del destino, el iniciador de la dinastía de los Romanov, pues había nacido con una enfermedad sanguínea incurable: hemofilia.
A pesar de los recursos económicos del Zar, la medicina era tan precaria que no había tratamiento alguno para el niño, es aquí donde entra la figura de Rasputín en la corte Rusa.

Rasputín y la Zarina
Rasputín es presentado a la Zarina Alexandra, era esta una mujer muy religiosa y muy supersticiosa a la vez, el aspecto Sucio de su vestido, con cabello y barba que daban asco, lenguaje profano y costumbres vulgares, dieron una mala impresión a la zarina, pero ante la desesperación por su hijo, aceptó permitirle ver al niño e intentar aliviarlo.
Cuentas las crónicas que Rasputin se preparo encerrado en un cuarto acondicionado para él en el palacio durante 2 días, salió pidió que lo llevaran ante el heredero al trono, nunca nadie supo que sucedió dentro de la habitación, pero si es sabido que después de ese momento, el infante mejoró considerablemente, algunos hablan de hipnosis, otros de magia y algunos de conocimiento real sobre medicina.Este “Milagro” fue tomado como la muestra de que poder del Monje Místico era de origen divino, la zarina pidió a Nicolas II, permitirle vivir junto con ellos en el palació para poder asistir al zarévich, enfermo de hemofilia. Pero no las tenía todas consigo, ya que el Zar Nicolás II nunca se fió de este personaje, cosa que Rasputín sabia, solo tenía la confianza de la Zarina.
En 1907 siguiendo la influencia que la zarina tenía del monje, le colocarían en un cargo público con poder en el gobierno del zar, en este momento es que Rasputín comenzó a cosechar enemigos poderosos que veían en el a un oportunista peligroso y al que debían sacar de encima rápidamente.
Sus escándalos sexuales eran cada vez mas públicos y la zarina debía hacer mucho para limpiar la imagen del monje. Se cuenta que una noche fue sorprendido en la alcoba de una de las damas más cercana a la corte en una orgia con más de 20 mujeres a las que había pedido bañarse en sangre de animales.

La familia imperial con Nicolás II.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914 a Rusia no le quedo más alternativa que ingresar en la contienda, el zar encabezó el ejército mientras que Rasputín se dedicó a controlar el gobierno, de forma casi absoluta. La fama contradictoria que creó contra la familia imperial por parte del pueblo ruso, hizo que fuera menospreciado junto a los Romanov. El pueblo se levantó en armas, la pobreza, el descontrol político, la inseguridad en Rusia creó que los pre revolucionarios se dispersara y crearan focos de anarquistas.La corte rusa se escandalizó por su forma de llevar el gobierno, por el poder que había adquirido, por sus hazañas libertinas y otras aventuras.
A pesar de su comportamiento y de que la salud del hijo de zar había decaído, la zarina seguía bajo su influjo y lo defendía ante todos. Pero un día en que se sintió liberado de la ayuda de la virgen, comunicó preocupado a la zarina de aquella sensación. Pronto la zarina le haría ir a la capilla real para ver al Pope y visto que Rasputín, en aquel momento, perdiera la cordura, la monarca y el Pope le echarían seguidamente de palacio. Sintiéndose frustrado y abandonado por su protectora; sermoneado por la iglesia ortodoxa por sus atroces visiones, llamándole “Monje endiablado”, no aceptaría peticiones del pueblo ni de la corte para acudir a sus fiestas ni para servir como sanador.
Volvió a centrarse por su gusto por las mujeres y por ello, originó muchos disgustos a la corte rusa.

El fin de Rasputín
La mirada de Rasputín seguía siendo su mayor arma persuasiva, muy pocas personas osaban mirarlo fijamente a los ojos, incluso sus propios enemigos le temían por sus supuestos poderes, sus fama de leer la mente de las personas, de predecir lo que pasaría y de curar o generar enfermedades lo hacía a un poderoso.El conocido príncipe Félix Yusupov, uno de los hombres más ricos de Rusia y gobernador de Moscú, preparó la forma para quitárselo del medio, y acompañado por un grupo de hombres de la corte del zar, preparó un plan para asesinarlo.
El 30 de diciembre de 1916, Llamó a Rasputín a visitar el palacio Yusupov y conocer a una sobrina del zar que se encontraba enferma desde hacia varios meses. Le condujeron hasta el sótano para cenar junto al príncipe. Le colmaron de ricos manjares y de muchos litros de vino, la gula era su perdición. Parece ser que entre la comida, su anfitrión mandó colocar cianuro, un veneno mortal que acabaría con su vida. Pero Rasputín, cuidadoso y viendo que ningún invitado ni Yusupov probaban nada, tomo la decisión de no tomar él la iniciativa. Visto que parecía ser que no querían probar si él no lo hacía antes, admitió una copa de vino de Crimea y otra de Madeira. Seguidamente empezó a comer y a beber ante la atenta mirada de los otros invitados y a cantar a causa de la gran cantidad de vino ingerido.
A pesar de la ingesta el veneno no le hizo un efecto inmediato, dándose cuenta de lo que había sucedido, pudo salir con sus piernas del palacio, corrió hacia un lugar desconocido, pero fue perseguido por Yusupov y los suyos, hasta que cayó al suelo mojado por la nieve que se iba derritiendo, ahí según algunos historiadores se lo fusilo con varios tiros en todo su cuerpo.
Una vez muerto, su cuerpo fue tirado al río Neva. Cuando se encontró su cadáver, dicen que le quisieron extraer su corazón y que se sirvieron de su miembro inferior, el cual fue guardado. Se dice que al enterarse la zarina de su muerte sintió una profunda depresión y no pudo ocultar su tristeza y recordar sus predicciones, evidentemente el poder de Rasputín seguía estando en la corte.
De esta manera terminaban los días de Rasputín, un simple hijo de campesinos que llego a lomas alto, incluso a dirigir el gobierno durante unos meses, su fama llegan hasta hoy, y hay muchos que afirman que se trato de un ser superior, con una visión elevada de las ciencias, otros afirman que fue solo un loco oportunista y otros que un pacto con el diablo le dio su influencia indiscutible.
Sus últimas predicciones fueron en 1908 donde alarmó a la familia imperial, ya que consideraba que veía muy pronto el fin de la familia Romanov y que todos morirían, cosa que sucedió el 16 de julio de 1918, 10 años después.
Parece ser que fue enterrado en una fosa, cerca del palacio de St. Petersburgo con la única compañía de la zarina y un monje. Tras aquello comenzaría la Revolución Rusa, con el descontrol del pueblo ruso.
Otra de sus profecías, aclamó que si él muriese en manos del pueblo, el Zar podría seguir reinando así como sus descendientes. Por otro lado si muriese en manos de nobles rusos, la vida monárquica en el país tenían los días contados. Y así ocurrió. Rusia entró en la Revolución Rusa y Lenin se hizo con el poder, acabando con los Romanov.